𝐓𝐨𝐨 𝐌𝐚𝐧𝐲 𝐅𝐚𝐜𝐞 •𝙲𝚑𝚊𝚗𝚐𝚕𝚒𝚡•

FINAL

Un Año Después.

La luz llego como una pesadilla a sus ojos cansados y fríos, sentia sus dedos entumecidos. Se levanto de golpe recordando lo sucedido con Changbin, y cuando lo hizo vio como Kim Seungmin se levantaba de golpe al verlo de esa forma.

Todo fue un sueño.

—¿Todo bien?—le pregunto el ahora castaño.

—Sí...—No. Pensó el de mejillas regordetas y ahora de cabello castaño oscuro—¿Que hora es?

Seungmin miro su reloj unos segundos antes de mirarlo a el—Son las seis, hora de irnos a la boda del HyunIn

Felix sonrió —Callate Seungmin de Bang— Alardeo tomando las mejillas de su mejor amigo, notando como aquellas estaban calientes por solo haber nombrado el apellido.

Si, su amigo se había casado hace dos días.

Pero no era un día tan alegre para el castaño, no solo era la boda de Hyunjin y Jeongin, aunque ellos no sepan hay algo que el también debe hacer después de ese apresurado evento.

Se levanto del sofá y fue a su habitación en busca de un traje apropiado, el color negro le quedaba a la perfección. Sin embargo Seungmin al verle salir del baño con el traje negro hizo que arrugara la cara.

—Parece que vas a un funeral Lee— Seungmin se acerco para hacerle el nudo de la corbata.

Felix se encogió de hombros y dijo: —Me gusta el color negro. Es todo,

—Bien estúpido, vámonos o sino, Jeongin y San se tratarán toda la comida —se acerco a abrir la puerta con prisa.

Seungmin podía ser de todo, pero no era considerado alguien que no sabe las cosas, y sigue esperando la verdadera razón por la que Félix compro flores en el camino, Sigue esperando la respuesta del porque llevaba una valija en el maletín.

Cuando llegaron al pequeño establecimiento notaron muchos arreglos florales, aquellos que Jeongin hizo toda la noche junto a Seungmin y Wooyoung, mientras que San, Hyunjin y Chan  bebían Soju.

Y Lee Felix miraba pacíficamente el panorama de las ciudades en la azotea del departamento de Hyunjin.

Ayer se había cerrado el caso de hospital psiquiátrico de Hangang, Carat había cerrado oficialmente sus puertas. Pero Lee Felix se sentía de la misma manera, apresado aunque sea libre.

En el brindis Hyunjin no dejo de agradecer cosas incoherentes sobre como conoció a Jeongin, todos estaban en esa burbuja excepto el. Su reloj lo sacó de ese pequeño trance en que se encontraba.

Dejo la copa en la mesa y se dirigió a buscar su abrigo, pero la voz a su espalda lo hizo detenerse

—¿Te vas?—preguntó Seungmin, Felix se volteo encontrando la mirada de todos sobre el.

—Tengo unos asuntos pendientes.— susurro colocándose de forma lenta el abrigo.

Una gran necesidad de llorar se hizo presente en el. Y esas palabras salieron por si solas.

—Podrían sonreir para recordar este lindo momento, donde ustedes son libres...—lo pidió amablemente, todos los miraron extrañados.

Sin embargo todos se unieron y sonrieron
fijamente a Felix.

—Si, ¡todos somos libres ahora!—Gritó eufórico Jeongin, mas que todo enfatizando el todos.

—Bueno, ya debo irme.— no quiso mirar hacia atrás, o sino se arrepentiría de lo que iba a hacer.

—Cuidate Felix—dijo Seungmin, aunque estén de espaldas, esa voz sonó tan rota.

Felix camino hasta el auto, deteniendo su vista al edificio y la frase más exacta en su vida. Suspiro y subió al asiento del piloto yendo directamente al cementerio de Busan.

Sus pasos se detuvieron frente a la reja negra, con una mano la hecho atras queriendo dar a prueba el tiempo de su pulso, su corazón estaba normal, pero algo era diferente. Dio un paseo corto hasta tres tumbas renovadas esa misma semana.

Se agacho en frente de los señores Seo dejando dos ramos grandes de Gardenias, y en el de su padre dejo unas lilas y margaritas.

Al lado de estas tres hermosas tumbas, había una lapida sucia...

"Seo Changbin-2000-2019"

—Eres un tonto, un maldito tonto—se agacho a la altura de esta, tirando las rojas rojas en ella con fuerza—¿porque actuaste? ¿Porque hiciste todo esto Hyung?!—golpeó con toda su fuerza la lapida, sintiendo un hilo delicado caer por sus dedos. Eres tan tonto... ¿Porque te quedaste aqui?

—Me quede por ti.— escucho a sus espaldas.

—Por eso eres tonto...

—Hola Lixie. —Felix sintió como unas manos se posaban delicadamente en sus hombros.

—Hola Changbin.