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LUNES MAÑANA

¡Gracias a Dios por los analgésicos! Su turno en Granny's habría sido una pesadilla si no hubiera podido bloquear el horrible dolor de cabeza que tenía.

Durante el transcurso del día, se prometió a sí misma innumerables veces que nunca más volvería a beber. Como siempre.

Eso fue ayer.

Hoy se siente bastante bien. Todavía queda esa gran parte de la noche del sábado que acaba de desaparecer. Ella no tiene un solo recuerdo de lo que sucedió. En un momento está en el bar, charlando y bebiendo tragos con Belle. Lo siguiente que sabe es que se despierta junto al profesor Mills.

La hermosa profesora Mills, ha estado enamorada desde que tiene uso de razón.

Emma Swan floreció tarde. Nunca había hecho mucho más que besar y tantear la ropa. Ella había tenido suficientes oportunidades ...

No se había sentido preparada, no había sido la persona adecuada, no había sido del género adecuado.

Sabía que le gustaban las mujeres, eso era obvio. Especialmente cuando la belleza morena se presentó a sí misma como la profesora Mills hace poco más de un año. Sin embargo, sabía que era gay desde que llegó a la pubertad.

Pero la atracción extrema que había sentido instantáneamente hacia la mujer mayor había hecho absolutamente innegable que definitivamente era lesbiana.

Entonces, ¿por qué la idea de que Regina Mills tuviera un pene parecía tan excitante ahora? No le gustaban las pollas ...

Pero ella está, siempre ha estado, muy, muy interesada en Regina Mills.

Y si resulta que Regina Mills tiene una polla ... entonces no hay forma de evitarlo. Le gusta mucho la polla de Regina Mills.

'Aaaaaaaaaaaargh Emma, ​​¡te estás volviendo loca!' ella gime a carcajadas. Y luego se ríe de sí misma por lo estratificada que es esa declaración.

—Bueno, Swan. Ella pone los ojos en blanco.

Parte de ella se pregunta si debería haberse quedado en la casa del profesor.
No habría sido más que todo tipo de incomodidad si se hubiera quedado, ¿verdad?

Especialmente porque no podía recordar nada de lo que había sucedido la noche anterior.

Eso hubiera sido vergonzoso.

Dios, Mills debe pensar que soy un completo bicho raro. Emma se regaña por dentro mientras camina por el campus,

hacia su primera clase. Mills's. Perfecto

Quizás ella tampoco lo recuerde. La rubia calma sus propios nervios.

Si hay un Dios, ¡no lo recordará!

Cuando diez minutos después, está sentada en el auditorio y nada menos que la profesora Regina Mills hace su entrada.

– Luciendo fabulosa como siempre- mira a Emma y le concede una rápida sonrisa antes de echar un vistazo al resto del salón.

Ya no es una virgenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora