Capítulo 16: Déjame ir

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La casa de Fio era un caos. Ella le había contado a su abuela que se iba a Milán con la banda. Su reacción no fue la mejor y comenzaron a discutir.

-Me dices que te vas a Milán y luego me pides que te firme una autorización para hacerte un tatuaje, ¿tú estás loca?-le recriminó Gabriella.

-Me voy a Milán con mi banda, porque vamos a componer nuestro primer álbum, pero no me voy a quedar allí para siempre.- trató de explicar, pero fue en vano. Gabriella no entendía por qué su nieta no podía quedarse en Roma.

-¿No podéis componer el puñetero álbum aquí?-preguntó frustrada.

-Nos lo han propuesto desde la discográfica-respondió la chica.

-A mí la discográfica me importa un comino. No te voy a dejar ir a Milán para que te drogues y te emborraches allí. Como que me llamo Gabriella Ricci que no vas- le informó. Utilizó su apellido de soltera, porque ella también odiaba el apellido Rizzo.

-No me voy a emborrachar ni drogar, voy a trabajar, a cumplir mi sueño-expresó con rabia, harta de que nadie la entendiera.

-Puedes cumplir tu sueño aquí en Roma. A mí me parece muy bien que tengas una banda, pero no te voy a permitir que hagas lo que quieras. Te recuerdo que sigues siendo menor de edad-le dijo seriamente.

-Pues si tan bien te parece, déjame ir-le recriminó.

-Que no te voy a dejar ir y punto-dijo zanjando el tema mientras se iba de la habitación de su nieta.

-¿Al menos me dejas hacerme el tatuaje?-preguntó antes de que su abuela cruzara el umbral de la puerta.

-Te dejo hacerte el tatuaje, pero no te vas a Milán-era su última oferta. Quizás si le dejaba hacerse el tatuaje se le olvidaría la idea de ir a Milán. Cogió el papel y firmó dándole permiso para tatuar su piel.

-Abuela, tengo que ir a Milán. Ellos me necesitan. El álbum gira en torno a Marlena, nuestra musa. Debo ir con ellos, quiero ir con ellos-dijo en un último intento de convencerla.

-Estoy harta de esa tal Marlena, supéralo ya, esta chiquilla está muerta. Deja de pedirle que vuelva a casa, porque esta muerta-espetó en un ataque de ira, sin saber las consecuencias que tendrían sus palabras.

Le había dado donde más le dolía, Marlena. Esa palabras hicieron que ella comenzara a llorar. Su propia abuela le decía que la olvidara, que estaba muerta, que las canciones que le cantaba no tenían sentido.

-¡Me voy de esta casa, te odio, a ti y a todos los Rizzo!-sentenció mientras se levantaba para meter sus cosas en la maleta.

-¿Y a dónde se supone que te vas?- preguntó irónicamente.

-A casa de Damiano, que es de las pocas personas que me quieren y no me tratan de loca-dijo metiendo las pocas cosas que tenía en la maleta con la que había venido.

-Fiorella, cariño, no hace falta que lleguemos a estos extremos-trató de acercarse a ella.

-Apártate, no quiero que me toques, eres manipuladora como tu hijo-le dijo mientras sentía que se iba a derrumbar en cualquier momento.

Cogió el papel que su abuela acaba de firmar y se fue. Empezó a caminar por la ciudad, el frío de finales de febrero mezclado con sus lágrimas le helaban el alma.

- Adesso lasciami credere che questo sia reale

Che sento l'ansia che sale, bevo le lacrime amare

Ti prego lasciami perdere dentro all'acqua del mare

Che le parole lontane, giuro te le voglio urlare-susurró mientras caminaba, las lágrimas resbalaban por sus mejillas.

For your love- 🌹 Damiano David 🌹Donde viven las historias. Descúbrelo ahora