Capitulo 29

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A la mañana siguiente.

Nuestro prota se encontraba durmiendo pacíficamente rodeado de sus mujeres que también dormían con una hermosa y serena sonrisa en sus labios, una vista muy bella para cualquiera que los viera.

Pero como la vida odia a nuestro prota, unos rayos de sol comenzaron a entrar por medio de las cortinas dando directo en la cara de naruto que comenzo a gruñir de molestia he intento mover sus brazos para tapar la luz pero no podía, así que con resignación, comenzó abrir los ojos viendo borroso por la pereza que aún tenía pero cuando su vista se aclaró, notó que no estaba en su habitación, cosa extraña, también se dio cuenta que estaba sentado, ahora sí esto era raro.

Moviendo sus ojos por toda la habitación viendo que estaba en la sala de su casa con sus chicas dormidas acurrucadas cerca de el y su madre en otro sofá abrazando a un clon que estaba dormido pacíficamente.

Esa vista lo sorpendio pero su mente al aclararse completamente y comenzar a funcionar correctamente, recordó que la noche anterior luego de comer algo preparado por su madre, siguieron viendo películas hasta bien tarde y en algún punto de la noche, todos se quedaron dormidos profundamente.

Sacudiendo la cabeza alejando los pensamientos y volviendo a la realidad, notó que ellas no se iban a despertar en un buen tiempo.

Así que hizo un clon y se reemplazó con este dirigiéndose a la cocina listo para comenzar a preparar el desayuno para sus chicas, su kaa-san y para el.

Media hora después.

Un olor delicioso inundó toda la sala despertando a las mujeres dormidas con un gran gruñido de sus estómagos, las mujeres presentes se levantaron como zombis alejándose de la sala causando la risa de los clones que segundos después desaparecieron en una nube de humo.

Las chicas siguieron el olor casi babeantes hasta llegar al comedor donde se encontraba el desayuno de cada una listo puesto en la mesa, al ver eso, en un destello de color negro, marrón, rubio y rojo, cada una de las chicas se encontraba devorando su respectivo desayuno de manera educada.

Naruto bajó las escaleras vistiendo un pantalón ambu color negro con vendas blancas hasta los tobillos, camisa mangalarga color rojo sangre con un remolino en la espalda color blanco que era tapado por su cabello puntiagudo, unas sandalias shinobis color azul oscuro y un par de guantes sin dedos también azules oscuro.

Kushina le levantó los pulgares aprobando su vestimenta y sus mujeres sólo tuvieron un tinte rojo en sus mejillas al ver lo guapo que se veía, naruto solo sonrió complacido por la reacción de sus mujeres y se acercó a cada una de ellas besandolas con amor y pasión sin importarle que ellas tuvieran comida en sus bocas o restos en sus labios, acción que hizo aumentar el rubor de estas.

Luego se acercó a su madre y la besó en la frente haciendo que esta soltara una risita y sonriera feliz de estar con su hijo.

El bicolor sonrió y mientras se despedía con una mano, exclamó.

Iré a visitar a ero-sennin al hospital, luego tomaré rumbo a la torre mizukage y continuare con las obviamente pilas crecientes de papeleo hoy.

Lo ultimo lo hizo suspirar de fastidio mientras que en su mente, maldecia a mei por haber desistido del cargo dejandoselo a el.

Sus chicas y madre le desearon suerte con eso y le mandaron saludos a jiraiya con naruto asintiendo y despidiéndose de manera rapida con otro beso en los labios y frente respectivamente dejando a las chicas sonrojadas y a kushina riendo.

El bicolor iba caminando de manera relajada por el pueblo saludando ocasionalmente a los aldeanos y shinobis que lo saludaban con una sonrisa amable y alegre que era correspondida por aquellos que lo saludaban, luego de varios minutos de caminata, por fin llegó al hospital que era bastante grande comparado con el de konoha.

NARUTO UCHIHA Donde viven las historias. Descúbrelo ahora