⁰¹ 𝚺𝗌𝗍𝗋𝛜𝗆𝖾𝖼𝗂𝗆𝗂𝖾𝗇𝗍𝗈

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¿Los demonios sienten amor? Era la pregunta que corría por la mente de Sebastian al ver lo que ocurría en la mansión de los Phantomhive, por alguna razón su instinto había predominado y por ello se encontraba observando el incendio

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¿Los demonios sienten amor? Era la pregunta que corría por la mente de Sebastian al ver lo que ocurría en la mansión de los Phantomhive, por alguna razón su instinto había predominado y por ello se encontraba observando el incendio.

—¿Qué se supone que hago yo aquí?—Se cuestionó a sí mismo.—Salvar a nuestro destinado.—Respondió el alfa en su mente.—¿Un humano?....Ángeles el karma existe. —Susurró.

Comenzó a caminar dándole la espalda al fuego y controlando al alfa que continuaba repitiéndole que salvara al pequeño niño de cabellos azules que aún estaba atrapado entre las llamas, hubiera dejado morir al ser que le había sido concedido por la luna cuando un chillido se escuchó, uno que consiguió estremecer el alma casi rota del demonio.

—¡Ángeles!—Se quejó.—Bien, bien, lo haré.—Murmuró antes de darse la vuelta y apresurarse a salvar al pequeño de cabellos azules como el cielo nocturno.

El niño estaba sentado en una alfombra de lana circular que comenzaba a encogerse por el fuego llegando a quemar los pequeños pies del ahora huérfano niño. Al verlo, Sebastian sintió su, hasta ahora, muerto corazón volver a latir, sonrió con tristeza y como si fuera lo más natural del mundo cargó al pequeño infante regalándole un beso en la frente.

Ciel se despertó y observó su alrededor, estaba recostado entre plumas de cisnes blancos y además de eso no podía ver nada más que un blanco brillante.

—¿Dónde estoy?—Preguntó una vocecita.

Sebastian dejó de lado el libro que leía en esos momentos y se levantó de su sillón, acercándose a la cama de blancas sábanas, apareciendo ante el niño con forma de cuervo.

—Ciel Phantomhive.—Llamó, la mirada de Ciel lo encontró.—¿Quieres hacer un contrato conmigo?—El de cabellos azules se lo pensó un segundo.—¿Cuáles son tus condiciones?.—Cuestionó por fin.—Te serviré fielmente mientras estés vivo, pero, seré yo quien tenga el control de tu muerte, y, por supuesto al final devoraré  tu alma y cuerpo.—Condicionó.—Acepto.—Decidió Ciel tras un corto silencio.

Hola, bienvenidos a esta nueva historia espero la disfruten

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Hola, bienvenidos a esta nueva historia espero la disfruten.

𝚺𝛈𝛂𝚳𝛐𝛄𝛂𝛛𝛐 𝛛𝛜 𝛖𝛈 𝚮𝛖𝚳𝛂𝛈𝛐Donde viven las historias. Descúbrelo ahora