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🛑🔊EN ESTE CAPÍTULO SE MANEJAN TEMAS COMO MALTRATO INFANTIL, TRAUMAS Y AUTOLESIONES, NO SE PLANEA NORMALIZAR  SITUACIONES  COMO EL MALTRATO O CRITICAR A ALGUIEN ES SIMPLE FICCIÓN, NO ESTOY A FAVOR DEL MALTRATO.

🛑🔊EN ESTE CAPÍTULO SE MANEJAN TEMAS COMO MALTRATO INFANTIL, TRAUMAS Y AUTOLESIONES, NO SE PLANEA NORMALIZAR  SITUACIONES  COMO EL MALTRATO O CRITICAR A ALGUIEN ES SIMPLE FICCIÓN, NO ESTOY A FAVOR DEL MALTRATO

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Si algo le había llamado la atención a Sebastian sobre Ciel era la seguridad con la que hablaba, pues para ser tan pequeño tenía un vocabulario bastante formal y amplio, no indagó sobre el tema aquel día pues estaba demasiado ocupado ayudando a Ci...

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Si algo le había llamado la atención a Sebastian sobre Ciel era la seguridad con la que hablaba, pues para ser tan pequeño tenía un vocabulario bastante formal y amplio, no indagó sobre el tema aquel día pues estaba demasiado ocupado ayudando a Ciel con el papeleo que debía hacer para poner la empresa que antes había pertenecido a sus padres a su nombre a pesar de ser apenas un niño de trece años.

—Sebastian, hoy vendrá un invitado especial de Italia, es de una de las sedes que tenemos allá ¿puedes ir a ver cómo van con los preparativos?—Solicitó desde el escritorio.—Sí, mi lord.—Respondí.

Salí de la habitación para dirigirme a la cocina, en el último mes había reclutado personal para limpieza, cocina y jardín. Como el señor Tanaka había estado trabajando en la mansión desde antes lo recluté también, pero eso fue solo al ver la mirada de compasión que tenía cada que se aparecía Ciel, por supuesto quiero saber la razón.

El olor a quemado me sacó de mis pensamientos, cerré los ojos intentando concentrarme en cultivar mi paciencia.

—Baldroy.—Llamé—¿Si?—Cuestionó con una sonrisa nerviosa.—¿Se puede saber por qué todo está quemado?.—

La mesa estaba negra, y en el suelo se podían ver cenizas, además la carne que suponía cociéndose en el horno estaba aún en la mesa y quemado.

—Bueno...intenté apresurar las cosas.—Se excusó. 


Ciel cerró los ojos con fuerza intentando mantener sus emociones a raya, pero ver a Finnie y May-rin jugar en el patio de la mansión había sido la gota que derramó el vaso, o mejor dicho, la lluvia que desbordó el río. Todo a su alrededor comenzó a distorsionarse, el dolor aumentó, su mano sujetó con fuerza el abrecartas ocasionando que el filo cortara su palma y la sangre comenzara a fluir manchando todo a su paso.

Se levantó de su lugar tropezando y cayendo en algunas ocasiones, abrió la puerta del armario que había en el despacho y se metió, dejando la puerta un poco abierta, apenas una rendija por la que entraba un rayo de luz que apenas y alumbraba el oscuro interior del mueble, Ciel se abrazó a sí mismo e intentó calmarse pero simplemente no podía.

Intentó cantar alguna canción de cuna para, como mínimo dormirse, pero no se sabía ninguna, poco a poco todo lo que quería olvidar regresó a su mente.

Su hermano gemelo, que también era el mayor, sería un alfa y por eso era el favorito de sus padres, mientras a su hermano lo llevaban a parques y de compras a él le dejaban todo el trabajo que se acumulaba de la empresa y la tarea de su hermano, si se equivocaba en algo o su hermano y padres amanecían molestos le pegaban hasta que se desmayaba. También le dejaban todas las labores del hogar, cosas como lavar la ropa, cocinar y lavar los platos eran rutinarias para Ciel.

Sebastian se las había arreglado con la comida, que ya era comestible y deliciosa, tras darle una pequeña advertencia a Baldroy regresó al despacho donde suponía a Ciel trabajando en la empresa, abrió la puerta quedando helado al no encontrar al pequeño y ver la sangre en el escritorio, sus instintos se activaron, y, como respuesta sus feromonas inundaron la habitación, un pequeño hipo llamó su atención. Se dirigió al armario del que procedía el sonido, dándose cuenta de inmediato de la rendija abierta.

Abrió la puerta por completo y lo encontró, un pequeño niño lleno de sangre y con las mejillas húmedas, por supuesto no le gustó verlo de esa manera.—Prometo cuidarte, hasta mi muerte si es necesario.—Pensó.

Tomó al de cabellos azules en brazos y lo llevó hasta su habitación, extrañándose un poco de la poca resistencia que ponía, normalmente Ciel aborrecía el contacto físico, se topó con Tanaka en el camino, ya que la habitación del beta era la más cercana a la de Ciel.

—Sucedió de nuevo, ¿eh?—

—Sucedió de nuevo, ¿eh?—

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𝚺𝛈𝛂𝚳𝛐𝛄𝛂𝛛𝛐 𝛛𝛜 𝛖𝛈 𝚮𝛖𝚳𝛂𝛈𝛐Donde viven las historias. Descúbrelo ahora