El agua del grifo estaba tibia, el jabón líquido para manos olía a uva y, por primera vez me sentí bien al observar mi reflejo en el espejo, cerré el grifo y con cuidado retiré el parche de mi ojo, lo guardé en mi bolsillo, ignorando por completo las gotas de agua que habían caído en mis mejillas por no haber secado mis manos.
El morado siempre ha sido de mis colores favoritos y las estrellas también forman parte de mis figuras favoritas, por lo que cuando vi el destello morado que llenaba por completo mi ojo, sellando por completo el contrato que hice con Sebastian, no pude evitar sonreír.
Un leve toque en la puerta me sacó por la fuerza de mis pensamientos. "¿Si?" Pregunté dudoso. "¿Ya te lavaste los dientes?" Cuestionó Sebastian que ahora entraba a la habitación. "No, no sé cómo" susurré en respuesta "No te preocupes, di 'ah' grande" obedecí.
Tomo un cepillo de dientes, le puso pasta dental para niños y comenzó a cepillar mis dientes. "Saca la lengua" pidió en cuanto hubo terminado, seguí sus instrucciones, sentí casi de inmediato las suaves cerdas del cepillo sobre mi lengua "escupe, enjuágate con esto y vuelve a escupir" solicitó ofreciéndome un vaso con diseños de gatos, tomé un trago y escupí. Sebastian me secó la boca con una toalla y me cargó hasta el comedor.
"Veo que se quitó el parche." Comentó en lo que sospeché era un intento de distraerme para poder atar las correas de la silla alta. "Me gusta." Susurré en respuesta "¿Cómo se ve?" Cuestionó con curiosidad, asentí "También lo que significa" Murmuré observando la sonrisa que se formó en su rostro. "Y ¿qué significa?" Sentí el calor que se apoderó de mis mejillas. "Que estamos unidos y no puedes abandonarme." Recibí un beso en la frente, una dulce promesa de que no tenía que preocuparme. "¿Puedo pedirte algo?" Asintió. "Tu mano...cuando estemos solos no la cubras, por favor, yo no cubriré mi ojo." Al parecer mi petición no pasó desapercibida pese a lo bajo de mi tono de voz ya que retiró el guante de su mano con rapidez. "Ciel, no dudes en pedirme nada ¿de acuerdo?"
Mi visión se nubló, intenté obligarme a no dejar salir las lágrimas, pero ya era tarde, Sebastian desató las correas de la silla y me levantó, colocó mi rostro en su cuello y comenzó a tararear una canción que para mí era desconocida mientras acariciaba mi espalda en círculos. "Ciel, necesito que me digas cinco cosas que veas.¹"Abrí los ojos. "Tu piel...tu cabello." Suspiré. "Vas muy bien, otras tres cosas que veas" Alentó "Tus ojos, tu chaleco y un pajarito" "Muy bien, cuatro cosas que escuches" "Tu voz, tu corazón, tu respiración y el canto del pajarito" Murmuré con dificultad. "Bien, ahora tres cosas que sientas y en dónde las sientes" "Tu mano en mi espalda, tu otra mano en mi cabello y tu el latido de tu corazón en mi pecho." Pronuncié entre hipidos. "Genial, dos cosas que huelas." Susurró mientras me limpiaba la nariz. "Café y chocolate." Balbuceé, esperando que no se diera cuenta de que acababa de describir su aroma. " Por último, una cosa que saborees" "Sangre" Respondí sin darme cuenta.
No me hubiera dado cuenta del error que cometí de no ser por que Sebas me acomodó de manera distinta en sus brazos.
"Di ah" Obedecí medio adormilado por la irritación de mis ojos. "Ciel, ¿se puede evitar una lluvia?" Cuestionó. "No."Contesté en un susurro. "¿Qué crees que pasaría si la reprimieras por la fuerza?" Preguntó. "N-no lo sé" "Se convertiría en una tormenta, llorar es necesario, Ciel, no es una debilidad es una fortaleza. Es importante que llores cuando necesites llorar." Hizo una pausa para asegurarse de que lo estuviese escuchando. "Prométeme que no vas a volver a lastimarte para no llorar." Asentí. "Usa tus palabras de niño bueno." "Sí, lo prometo."
Me mantuvo así, en sus brazos por unos minutos hasta que notó que me estaba durmiendo.
"Vamos a que desayunes, después podrás tomar una siesta de cuarenta minutos."
Me negué a sentarme en la silla alta así que Sebastian me tuvo que mantener en su regazo y alimentarme porque yo estaba demasiado cansado, y, por alguna razón prefería que él me cuidara.
"Muy bien, terminaste tu plato, ahora sólo falta la leche" Intenté negarme acurrucándome en su pecho, pero no funcionó, sentí algo en mis labios y no pude evitar abrir la boca para reclamar pero Sebas aprovechó para introducir el chupón, justo cuando intentaba empujar la botella una gota del líquido tocó mi lengua, sabía mejor que la leche de vaca que había bebido días antes, relajé mi cuerpo sobre el de Sebastian mientras bebía el líquido; mis ojos comenzaron a cerrarse y aún cuando ya estaba dormido seguía bebiendo. Estuve a punto de despertarme cuando Sebastian retiró el chupón de mi boca, pero lo reemplazó rápidamente por otro del que no salía líquido.
"Me alegra que haya comido algo." Suspiró.
¹Es una técnica que se utiliza para calmar la ansiedad y ataques de pánico.
Hola, buen día.
¿Me extrañaron? Hace casi exactamente un año que no publico (me faltaron tres días para cumplirlo, que vergüenza, por cierto).
Como regalo del 14 de Febrero les doy este capítulo.
Para todes les que se vayan a declarar por favor recuerden que NO es NO, todes incluides eh chiques.
Retomaré esta serie.
¡Les quiero mucho!
En mi perfil de Instagram publicaré las playlists para los capítulos.
Hasta la próxima.
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𝚺𝛈𝛂𝚳𝛐𝛄𝛂𝛛𝛐 𝛛𝛜 𝛖𝛈 𝚮𝛖𝚳𝛂𝛈𝛐
Fanfiction¿LOS DEMONIOS SIENTEN AMOR? -ES LA PREGUNTA QUE NO DEJA DORMIR A SEBASTIAN