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Caminé en dirección a casa, mamá debía estar preocupada, seguramente ella no tenía idea de lo que pasaba con colgate 360.

Entonces comencé a llorar... Porque la firma de ladybug estaba desapareciendo de mi cepillo.

—¡¡M-mi autógrafo de ladybug!!

Me quejé en voz alta, aún llorando, entonces miré un autobús escolar detenerse por la zona.

—¿Uh? —hice un sonido de confusión, guardando mi cepillo en el bolsillo trasero de mi pantalón para comenzar a caminar al autobús.

Miré al conductor, estaba inconsciente así que lo saqué por la puerta para poder conducir yo.

—¡Gracias señor conductor!

Comencé a manejar a casa, las calles estaban muy tranquilas hoy, no habían edificios flotando o Batman intentando secuestrarme.

Finalmente llegué y me metí a casa, pero las luces estaban apagadas.

—¿Ma-mamá?

Pregunté asustada, entonces miré a Chase acercarse a mi y comenzar a olerme.

—T/N, no digas nada.

Miré a mi perro guardián y me agache para acariciar su cabeza.

—El consejo de libros está dentro de la casa, dejé unos ladrillos de tu habitación un poco flojos para que puedas escapar, llévate a colgate 360, lo quieren a él y también quieren borrarte la memoria.

Estuve haciéndome un análisis mental y luego me levanté del suelo, Chase siempre había sido muy fiel a mí así que no dudé en lo que hacía.

Suspiré y lo miré, mostrándole una pequeña sonrisa para despedirme.

—Sigue protegiendo la ciudad, Chase.

Comencé a correr escaleras arriba, llegué a mi habitación rápidamente y tomé a colgate 360, mirándolo, pero algo me extrañó...

El cepillo colgate 360 y túDonde viven las historias. Descúbrelo ahora