27

8.8K 1.2K 979
                                    

Habíamos logrado entrar a una casa, estaba abandonada así que no había problema.

—¿Colgate 360?

Lo miré, su expresión estaba relajada pero yo seguía un poco espantada, se suponía que este libro era para todo público.

—¿Si? —él levantó la vista y yo suspiré, acercandome para ayudarle a quitar los trozos de cristal que estaban sobre su brazo— A-auh, despacio, por favor.

Me pidió, yo me sonrojé nuevamente como un pepino, debía admitir que su estado más serio me ponía algo nerviosa.

—Todo eso... Pasó muy rápido, colgate 360.

Lo seguí ayudando, su brazo ahora estaba sangrando mucho, él se quitó el abrigo y yo miré como desabrochaba los botones de su camisa. Me quedé mirando y noté unos trozos de cristal también sobre su abdomen.

—No te preocupes, no duele mucho.

Me sonrió, aunque sabía que él solo estaba intentando calmarme, colgate 360 era muy buen amigo.

—Oh, y disculpa... Por esto —miré como se terminaba de quitar la camisa y volteé a un lado, colgate 360 rompió el material ensangrentado con sus dientes para poder vendar su brazo.— creo que estoy siendo muy atrevido contigo, t/n.

Lo oí y sonreí negando un poco nerviosa, entonces me levanté para terminar de prender las velas y tomar mis palillos.

—Me pongo así cuando tengo hambre... —sentí una respiración en mi nuca y me volteé, colgate 360 aún no tenía su camisa puesta, al parecer estaba mirando mi sopa.— ¿qui-quieres? —le pregunté, el sonrió en respuesta.
—¿Estás hablando de la sopa?

Yo me confundí, ¿de qué más podría hablar?

El cepillo colgate 360 y túDonde viven las historias. Descúbrelo ahora