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Al llegar a casa me recosté sobre la cama y puse a mi cepillo colgate 360 al lado mío, sobre mi almohada.

—Descansa.

Besé del material del objeto, cerrando los ojos.

Pero mi sueño no era el mejor, colgate 360 y Jonathan estaban besándose en un Lamborghini Sián de 2,9 millones de  euros mientras juntaban sus manos.

—¡N-No colgate 360, eso no es saludable!

Grité, el mundo de azúcar en el que estaban ellos dos era mucho para una persona normal, incluso para una protagonista t/n como yo.

Me levanté de golpe, mirando la luz del sol a través de mi ventana, cual estaba completamente abierta; pero como yo soy la personaje principal entonces nadie puede robarme.

Me levanté y quise caminar por las plantas, por lo que puse mis piernas en el aire fuera de la ventana, estirando mis brazos para dejarme caer.

—¡T/N! ¡¿Qué haces?!

Escuché decir a Colgate 360, quien tomó mi cintura con una expresión asustada, ahí bajé la vista y recordé que estábamos a una gran altura.

Suspiré cayendo al suelo junto con su cuerpo y nos miramos en silencio, él sonriendo antes de hablar:

—Ra-rayita..

Lo miré con furia, antes de quitarme y tirarle mi zapato en la cara, colgate 360 se quejó.

—Soy t/n, no esa tonta rayita.

Él asintió y yo suspiré, levantandome para darme la primera ducha del día...

El cepillo colgate 360 y túDonde viven las historias. Descúbrelo ahora