-¡Oiga, suelteme !-
¡Genial! Primera ahora de la mañana y ya había escándalo. No se supone que es un colegio religioso aquí debería reinar la paz. Salí a ver que estaba pasando y después de cruzar dos pasillos encontré el foco del ruido. La policía se estaba llevando a un chico que si no mal recuerdo es amigo del tal Jungkook.
- ¿Por qué se lo llevan?- la voz del espeluznante pelinegro sobresalto mi débil corazón.
- Está acusado de homicidio con arma blanca- respondió el policía.
Sentí una mirada sobre mi la cual podría jurar que quemaba y al mirar de donde provenía mi mente proceso lo que estaba pasando. lo vi dar dos pasos hacía delante y mi instinto me obligo a salir corriendo al unico lugar que consideraba seguro: mi cuarto.Pero por más que corri el consigio al canzarme, era el puto Rayo Macuin.
-Estás muerta T/A - me acorraló contra la puerta justo cuando estaba apunto de abrirla y caí al suelo sentada por intentar escapar.
-Te juro que no he hecho nada - retrocedí hasta el punto de tocar la cama con mi espalda.
-No te creo nada- cerró la puerta y bajó hasta mi altura. Estar asustada se queda corto a lo que estoy sintiendo ¿y si me mata con un tenedor?- voy hacer de tu vida un infierno, destruiré hasta la última pizca de decencia, vergüenza, orgullo y dignidad que ahí en ti, cuando acabe contigo ni tu madre te va ha conocer- galó la parte baja de mi cabellera de manera brusca tanto que dolía- voy a romper tu mente y tu cuerpo hasta que no quede nada.
Sus palabras, la furia que desprendía todo aquello que hacía me estaba dando pánico que aquel que sientes cuando estás al borde de morir.
-Levántate- me ordenó volviendo a jalar mi cabello obligándome a parme.
-Para por favor, te juro que yo no he hecho nada-intente defenderme pero él no estaba siendo racional.
-Me da igual lo que digas no voy a creerte- me tiró en la cama subiéndose encima mío.
-No lo hagas-supliqué con las lágrimas volviendo a invadir mis ojos.
-¿Qué parte de voy a destruirte no entiendes?- pasó mis manos por debajo de su blusa hasta llegar a mis senos. A pesar de la rudeza de sus actos sus manos contra mi piel me provocaban calor interno. Pellizcó uno de mis pezones y sin querer solté un pequeño gemido. Volvió a repetir la misma acción pero más lentamente volví a gemir en contra de mi voluntad. Maldito cuerpo traicionero. Tape mi cara con las manos, el que mi cuerpo disfrutara de aquella obscenidad me daba vergüenza.
-No pienses que lo disfruto solamente soy muy sensible-seguía con la cara tapada.
-Quiero verte - me quitó las manos de la cara y las sujetó con una de las suyas. Baje la otra a mi entrepierna metiéndola entre mis partes. Acarició lento y ahí estaban de nuevo mis malditos gemidos.
Me estaba torturando, diaba lo que estaba haciendo pero mi cuerpo reaccionaba en mi contra dejando claro que lo disfrutaba. Me siento masoquista.
-Basta- susurré.
-No creo que sea lo que tu cuerpo quiere - introdujo sus dedos en mi interior.
Intenté controlar mi cuerpo pero la reacción a sus manos era demasiado para mi pobre cuerpo. Sus manos seguían viajando por mi cuerpo a su antojo. Sentí que poco a poco llegaba al borde, mi mente estaba quedando en blanco y una intensa electricidad corría por el . Estaba a punto del clímax y de repente paro. Las lágrimas salieron de mis ojos por la intensidad de aquellas sensaciones..
-No más- supliqué. Esto era demasiado para.
Hizo caso omiso a mis palabras- eso no está en tus manos decidirlo- yo tenía que estar loca porque en aquel momento hubiera deseado que no se callara, su voz descontrolaba mi mente. Volvió a meter sus dedos en mi, Joder me estaba volviendo loca. Entre gemidos y súplicas le pedía que parase pero el movimiento de su mano dentro de mí se estaba haciendo adictivo. Quería que siguiera. Pero todo aquello se vió interrumpido por una llamada.
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Cayendo en el infierno (+21) suspendida
FanfictionNunca conocí el infierno hasta que caí en el Internado San Gabriel. Entrar aquí ha sido como conocer el Tártaro en persona. Al igual que allí hay almas en pena por doquier, torturas para cada uno de tus pecados y como no demonios que disfrutan con...