Sigo Amandote♡ [Ruggarol]

Cap. 33

Karol:

- ¿Qué sucede con Antonella? ¿Está bien? ¿Dónde...?

Suelto preguntas a lo loco cuando mi nerviosismo se hace presente. Solo escucho la respiración de Rugge al otro lado de la línea.

R:- Tuvo un resbalón y al caer se golpeó la cabeza provocando un derrame cerebral, a demás tiene una fractura cerrada. - suspira pesadamente.

El miedo me toma por completo, ella no merece que la suceda algo así, he visto casos en la televisión y suelen dejar secuelas.

- Lo lamento mucho, ¿necesitas algo? ¿Puedo ayudar?

R:- En realidad, sí, te necesito. A ti, conmigo.

Mis ojos no tardan en llenarse de lágrimas. Que más quisiera yo que estar abrazándolo y apoyándole en estos momentos pero algo no me permite hacerlo.

Me estoy odiando ahora mismo por no poder pasarlo por alto.

- Ruggero... -susurro.

R:- Por favor, Karol, necesito ir y te necesito a ti para estar tranquilo. Tú me das paz y seguridad, me das esperanza... Sé que es difícil para ti asimilar todo lo que ha pasado en estos últimos días pero ten en cuenta que te sigo amando de la misma forma que antes, incluso más, y eso no va a cambiar ¿De acuerdo? Te amo y soy capaz de cumplir con todas y cada una de tus condiciones con tal de tenerte conmigo...

Me siento en la orilla de la cama abrazándo el brazo que tengo ocupado con el libre, cada una de sus palabras toca mi corazón y me niego a dejarlo solo después de haber pasado tantos momentos hermosos juntos.

- ¿Puedes pasar por mí?

(...)

Subo al auto que me espera con una pequeña mochila de hombro que alisté con ropa, mis artículos de limpieza básicos, mi cargador y mi celular.

Nos mantenemos unos minutos en silencio mirando al frente hasta que uno de los dos decide romper el silencio y claramente no soy yo, estoy sin palabras.

R:- Gracias.

Volteo la mirada a él al mismo tiempo que me mira con sus cara roja aún. Me parte el corazón verlo así.

- No tienes nada que agradecer, Antonella también es como una madre para mí.

Sé que quiere cambiar de tema al que no estoy dispuesta a tocar.

- Deberíamos irnos.

R:- Lo que te dije en la llamada es verdad...

- Ruggero no me hagas arrepentirme.

Me obliga a verlo tomando mi rostro entre sus manos para acercarme y es inútil poner resistencia con las emociones vulnerables.

R:- Ey, te amo. Nada lo va a cambiar, nada lo ha cambiado en años, menos lo hará ahora. - pasa sus pulgares por mis mejillas limpiandolas de cualquier rastro de lágrimas salvajes que se escapan sin permiso.

- Antes no había un bebé con una persona importante en la vida de alguno.

«Wey, basta, se necesitan»

R:- Solo quiero que lo tengas presente cada momento, Te amo, aquí estaré para recordarlo cada vez que lo olvides.

Se aparta poco a poco y regreso a mi lugar a distancia lejana de su tacto.