¿Cómo te pido que te enamores?

Capítulo 1:

Desperté sobresaltada, alguien llamaba insistentemente al timbre, apartándome el pelo de la cara visualicé mi gran recibidor y levanté la cabeza de la alfombra Iraní que los padres de Eric nos regalaron al cumplir dos años. Alcancé mi bolso mientras el timbre seguía sonando sin parar, seguramente fuese Eric, o su familia, y sinceramente no me apetecía tratar con ninguno de ellos. Saqué el móvil, que maravillosamente conservaba batería y en la bandeja de notificaciones triunfaba un nombre, Eric. Tenía al menos veinte llamadas perdidas y otros tantos mensajes que no pensaba contestar.

-Patricia,- dijo una voz masculina al otro lado de la puerta.- Patricia abre la maldita puerta.

Prácticamente susurraba, Eric era un hombre muy correcto, nunca alzaba la voz, siempre sabía qué decir, no llevaba más que trajes y camisas carísimos para demostrar la buena vida que llevaba, que era un niño rico. A veces odiaba esa necesidad que tenía de demostrar, teníamos mucho dinero, sí, pero eso no era ninguna excusa para creerse superior.

-¡Patricia!

Me giré sobresaltada, miré la puerta con recelo y grité un "Vete." Y me encaminé a las escaleras con el móvil en la mano, vibrando, por una llamada de Eric, resoplando pulse el botón verde.

-¿Qué coño quieres?- le espeté.

-Patricia, cuida las palabras y por favor ábreme la puerta, ¡Llevo toda la noche fuera!

- ¿Dónde tienes las llaves?

-Sabes que no me las llevo al trabajo.-me reprochó.

-Haberlas llevado, capullo.-dije para mi misma, aún así Eric lo oyó.

-¿¡Yo!? Si eres tu la que me dejó plantado.-abrí la boca y continúe subiendo la escalera de caracol.-¿No te acuerdas? Ayer reservé en un restaurante carísimo y estuve esperando tres putas horas.

-¿Me dices la cena que íbamos a tener después que salieras del trabajo? Te vi ocupado y no quise molestarte.-respondí molesta, o celosa, tal vez las dos cosas.

-¿Qué insinuas Patricia? ¡Nada más terminar de trabajar fui en coche hasta la puerta del restaurante!- Eric hablaba tan alto que se le escuchaban los gritos desde nuestra cama, un piso más arriba.

-Oh claro, ibas en coche, ¿Con Alicia verdad?

-Ehm, bueno... Sí, nos encontramos al salir del garaje.

-¡LA ESTABAS BESANDO ERIC!- grité fuera de mí, harta de que se pensara que soy una ingenua. Últimamente nuestra relación había ido a peor, ambos estábamos más distantes y Eric pasaba mucho tiempo fuera de casa. Yo me convencía que solo eran los nervios de la boda, todo el agobio que causaba un evento tan importante y que Eric salía con sus amigos para despejarse. Pero anoche me quedó muy claro que todas las noches despierta esperando que Eric llegase para dormir, no estaba con sus amigos o "con mucho lío en el trabajo" si no que estaba follando con mi prima.

-Patri, tienes que calmarte.

-¿Sabes? Te creí, cuando me decías que salías con amigos, te creía, cuando decías que tenías mucho trabajo te creía, ¿¡Tienes idea de cuantas noches me he tirado sin dormir, esperando?!

-Cariño...

-¡NO! Eric yo te quería, ¡te quiero todavía!- le corté entre lágrimas.-Deseaba casarme contigo, me repetía a mi misma que solo estabas nervioso y necesitabas pasar tiempo a solas o con amigos, pero nunca fue verdad, nunca hiciste horas extra ni tampoco salías a comer o pasabas la noche con amigos. ¡Todo eso no eran más que mentiras!

-Yo... De veras lo siento, no quería que esto pasara.

-¿¡Y qué querías!? ¿Casarnos y que me siguieras siendo infiel?- le pregunté sorprendida, no pensé que Eric pudiera hacerme algo así.

-¡Claro que no!-respondió ofendido.- ¡La iba a dejar antes, joder!

-Eric, vete.

-¿Qué? ¡No! Es mi piso también.

-Te equivocas, está a mi nombre, largo.-agradecí mentalmente a mis padres por regalármelo por mi dieciocho cumpleaños.

-Déjame al menos coger mis cosas.

-No, te las mandaré mañana por la tarde a casa de tus padres, ahora márchate.-Eric seguía quejándose al otro lado de la línea y yo, harta de sus reproches, colgué.

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¡Hola! ¿Qué os ha parecido el primer capítulo? ¡Os leo!

all the love, P. <3