Después de una tarde agotadora, visitando todas las casas del pueblo, llegué a casa.
(din don)
- Mamá, abre.
- Bueno ya voy yo - exclamé al ver que no se levantaba nadie.
Abri la puerta y era el chico de la cita, que se me había olvidado completamente.
- Heyyy, vamos -dijo él con cara de chulo.
- Si, me preparo y voy - dije yo cerrandole la puerta en los morros.
Subí rápidamente por las escaleras, me puse una bonita camiseta roja, una falda y unas sandalias, me peiné y después de una hora y cuarto, cuando terminé, volví a la calle.
- Pensaba que no volverías.
- Por mucho que tarde, yo no renuncio a nada.
- Bueno, sube a mi coche.
Subimos a un descapotable negro y él puso una música un tanto rara, a todo volumen.
- Bueno, ¿Qué sabes de mi hermana?
- Relajate, ya hablaremos, si a caso de eso.
- No, ¿Qué sabes?
- Saber, mucho
- ¿Y de mi hermana, sabes algo?
- Pues algo...
-¿Qué sabes?
- Pues que es una niña, de unos diez años, pelo...
- Idiota, de lo que paso anoche.
-Ha, eso... pues nada.
- Para el coche
- Heyy, relajate
- Como lo sabía, ¡ He dicho que pares el coche!
- No lo haré.
- Perfecto.
Bajé del coche en marcha y volví a mi casa andando, sabía perfectamente lo que paso anoche y no me lo quería contar. Parecía tan seguro por la mañana, cuando hablé con él... alguien le habrá cerrado la boca.
Cuando llebaba un rato andando, vi una sombra, miré por todos lados y no vi nada, así que seguí caminando.
- No te enfades - gritó el chico de la cita, poniendose delante de mi.- No te acerques -dije sacando un sparay pimienta.
- Hey, no te haré nada, guarda eso.
- ¿Quiéres parar de decir hey? - grité
- ¿No sabes ni como me llamo, y ya me estás sacando imperfecciones?
- Déjame en paz.
- Me llamo Marcos.
- No me importa, solo me importa mi hermana.
- Pues, hay más cosas en la vida.
- Te odio.
- Gracias
- Muerete o desaparece para siempre.
Hizo una mueca como si se clabara un cuchillo y se marchó.
A unos pasos de mi casa, otra sombra estaba detrás de mi.
- Déjalo Marcos, marchate.
- Soy Luck.
- ¿Por qué siempre apareces así ?
- Cosas mías.
- ¿Qué quieres?
- La tarjeta, no funciona.
- No soy tonta, ¿crees que te hiba a dar tanto dinero? Estaba vacía.
- Pues, si te crees que yo soy tan tonto y te hiba a contar la verdad sin probar la tarjeta, allá tú.
- Toma, está sí que va.
- Probemosla en aquel banco.
- Devuelvemela.
- ¿Por qué?
- No lleva nada, está si.
- Vale, pero eres una mentirosa.
- Rápido, no tengo toda la noche.
- Quinientos dolares, mmm... apetitoso.
- Y ahora la verdad.
- Esa era la verdad.
- Eres... muy...
- ¿Te has quedado sin palabras? di listo, guapo, encantador...
- No, diré tonto, estúpido, idiota, imbécil...
- He, para ya... Que duele...
- Más duele que secuestren a tu hermana.
- Es verdad... tú hermana... ¿Cómo está?
- Definitivamente, eres idiota, LA SECUESTRARON.
- Ooops...
- Me voy.
- Espera, no te conté todo lo que sabía...
- ¿Qué más sabes?
- Vi a la persona que hiba al volante.
- ¿Cómo era?
- Seiscientos dolares más y lo describo...
- ¿Para que quieres dinero, si tú familia es más rica que la mía?
- No estamos hablando de eso...
- Toma... quinientos y punto.
- Era moreno, de nuestra edad, era... ese - dijo señalando a un chico.
Me acerqué sigilosamente se dio la vuelta y...
- Marcos...
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Stella
Mystery / ThrillerUna discusión. Un secuestro. Un misterio. Margarett deberá hacer frente a todas las dificultades que se presentan. La dulce y pequeña Stella ha desaparecido. Margarett es la única que puede ayudarle. Pero, ¿qué pasaría si el verdadero objetivo es el...