Chapter 17.

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En una vida para Nathalie no era ser feliz del todo, simplemente poder dejar su pasado atrás y poder seguir adelante. Nunca había pensado que tendría felicidad de esta manera, únicamente una mínima pizca de felicidad de haber dejado su pasado en el fondo de una tumba que sabe no va a volver a excavar.

Con el simple hecho de haber logrado poder tener una vida feliz, una vida con un hombre que ama, un hombre el cual la cuida y se preocupa por su bien estar. Si alguien le decía en el pasado que nunca saldría de ese camino de miseria, ella hubiera dicho que era la verdad; nunca podría salir de ahí. Pero si antes, en una alternativa, le hubieran dicho que llegaría un hombre, el cual ella iba a amar mucho, el cual le ayudaría en sus momentos más críticos y ella terminaría muy enamorada de esa persona, de su vida, sin problema alguno. Ella se hubiera reído y dicho que eso sería un bonita mentira en la cual vivir. Las cosas con el tiempo cambian. Para bien o para mal.

¿Para ella?

Nathalie pensó que sería para mal, o para un promedio; nunca para un bien mayor.

En toda su larga vida de desgracias, pueda que ella nunca tuvo el valor de descifrar todos los patrones que llevaban a esta vida, pueda que simplemente los hubiera ignorado, los hubiera tirado por un lugar oscuro el cual ella sabía no iba a pasar por ahí nunca más para no ver esos patrones, esas piezas que ella sabía no iban a encajar nunca por una pieza perdida. Esa pieza perdida llegó sin importar el qué, haciendo que ella viera que tiene una vida por delante, una vida llena de muchas cosas nuevas por probar, una vida mejor. Una vida con el amor de su vida.

Encontrar un hombre que cuide de ti, que sepa tus altibajos, que esté siempre para ti en los momentos más difíciles de tu vida es difícil de encontrar. Es difícil de encontrar un hombre... Tan imposible de existir, tan imposible de saber sus limites, tan imposible de saber tus heridas y saber las de él mismo. Pero nunca es un cero por ciento en esa probabilidad, pueda ser un 0.01%.

No es para saber nunca la vida de uno. Uno mismo no llega a conocer su vida entera a fondo, apenas un 99% o menos porcentaje que eso. Pero Nathalie puede conocer el 100% de su cuerpo, de su vida, de su pasado, de su futuro incluso si ella se lo permite y si ella quiere.

Pero ahí hay un problema. No puede hacerlo sola. No necesita hacerlo sola tampoco, solamente necesita una mano par guiarla, un hombro en el cual llorar cuando está caída, un ... Amigo o simplemente su novio.


*

"Así que... ustedes son pareja?"

Una manera divertida de que el hijo de tu jefe descubra que sales con tu jefe; es está sin duda alguna. Nathalie no pensó que Adrien se iba a levantar tan temprano, tampoco es cómo que calcule las probabilidades de todo lo que pasa en esta casa.

Luego de haber terminado la sección en la cocina, haber desayunado y limpiado el desastre que habían hecho, se habían ido a la sala, enfrente de la chimenea. Nathalie no es de mucho cariño, no es de dar cariño en público, pero esta vez lo hizo. Sin público, pero sabiendo que Adrien estaba en casa.

Gabriel se había sentado en un mueble de los pequeños, Nathalie viendo que estaban no más a un par de metros lejos, se le ocurrió la idea de sentarse en el regazo de su pareja.

Luego de haber puesto en marcha su plan, se levantó de su lugar para avanzar hacía él, teniendo una sonrisa plantada en su cara, Gabriel la imito con la sonrisa. Dejó la taza de agua en la mesa del lado del sofá, para así abrir las piernas y sentarse encima de él, llevando las manos detrás de su cuello, Gabriel llevando las manos a su cadera, teniéndola en su lugar. Pueda que esto sea la primera y la última vez que ella haga esto.

"Puedo preguntar. ¿A qué se debe esta nueva posición? No es que me queje querida, me gusta."

Nathalie río. Acomodandose más en su regazo, Gabriel dejó salir un pequeño quejido. Ella sabe lo que hace.

"No sé la verdad, simplemente vi que estábamos muy apartados y no me gustó."

Gabriel abrió los ojos, apretando su pulgar en el hueso de su cadera, haciendo que Nathalie sobresaltara en su lugar.

"Bueno, como dije antes; no hay quejas."

Nathalie se iba bajando para darle un beso, nada más que en ese momento Adrien entró, encontrandolos de esta manera, una muy rara.

"¡Adrien!"

Nathalie se estaba por quitar del regazo de Gabriel, pero él la detuvo, apretando más la palma de las manos en su cadera, el pulgar puntuado en el hueso de su cadera. Nathalie dejo salir un suspiro al sentir ese mini choque eléctrico que le envío todo el cuerpo al sentir el movimiento de Gabriel debajo de ella.

"Hola, hijo."

Y aquí están; discutiendo el por qué nunca se lo dijeron. No planeaban den decirle pronto para, pero en su dado momento lo iban a hacer. Simplemente no ahora ni en las semanas que venían.

"Sí."

Un soso sí a su pregunta.

¿Qué puede salir mal ahora que Adrien sabe que son pareja?

No es como que Adrien no hubiera estado poniéndolos juntos todo el tiempo para así ser pareja. Simplemente es tierno que al final lo sean y que él esté feliz. A ella le importa la felicidad del pequeño.

Boundaries.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora