Capítulo #8

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Haber hablando con Sarah de aquel amor me liberó el alma.
Ya no siento que mi corazón llora cuando lo recuerda.
Creo que en realidad necesitaba hablar con alguien que  me entendiera sobre eso que estaba marchitando mi corazón y con pensarlo me jodia la mente.
Tal vez sólo necesitaba a ese alguien que me escuchara y que me ayudara a desahogarme.

Tiempo atrás yo misma me decia "Me gustaría que supiera lo que sabe Dios, que de tenerlo no pierdo la esperanza"
Y pensé que cuando ese momento llegara sería eterno pero me equivoqué. Ahora me dolió renunciar a lo que era la otra parte de mi felicidad y de mis alegrías.
Pero duele mas querer así a quién  quizás ya no nos quiere, así me siga doliendo un poco  preferí extrañar y esa es una razón suficiente para olvidar porque nadie duele para siempre.

Recuerdo como si hubiese sido ayer cuando le prometía que siempre podía contar conmigo, que sin importar nada, yo siempre estaría ahí, pero por cosas de la vida hoy no estamos juntos, sin embargo mis promesas siguen intactas.

Yo siempre he estado aquí, yo nunca me alejé, porque mi corazón estará donde el esté y no tengo que volver si yo nunca me fuí.

Me conoce tan bien que podría escribir quién soy y yo lo conozco de la misma manera que podría recordarle quién es, por si lo olvida.

De todas maneras tarde o temprano todos acaban haciéndonos daño, solo hay que encontrar por quién vale la pena sufrir y eso me pasa por enamorarme de una promesa que nunca llegó, nunca supe cuando fue el último beso, lo quise como a nadie y ya no podré decirle que lo quiero pero no será imposible olvidarlo.

Alguien me dijo "Nunca olvidarás el primer amor". Mentira, siempre llega alguien que nos hace sentir como si nunca hubiésemos tenido alguno.
Se convierte en el primero, y aunque después de ese encontremos otro, siempre nos recordará que será el último porqué se queda en el corazón, tatuado en el alma y marcandonos la vida.

Me senté a la orilla de la vida para ver el mundo desde mi perspectiva.
Me di cuenta que después llega un momento en el que todo se dificulta separando los caminos y tomando cada uno una dirección, aveces pienso que no encontraré a nadie como el y de repente me doy cuenta de que todo ha terminado, ya no hay vuelta atrás, y justo entonces empiezo a recordar en que momento comenzó todo y descubro que todo empezó mucho antes de lo que pensaba, y es ahí, justo en ese momento cuando me doy cuenta que las cosas sólo ocurren una vez y que nunca más  volvemos a sentir lo mismo.

El amor nos rompe el corazón y juega con nuestra felicidad, ahora entiendo "El para siempre" que una vez nos juramos, para siempre era el recuerdo, no la realidad, entonces fue cuando me permití ver que una de las partes más difíciles de nuestra vida es decidir si alejarnos o intentarlo un poco más  pero aveces no hay segundas oportunidades y en ese último intento volví a perder y acepté la derrota pero le deseé lo mejor y una vida feliz porqué cuando nos toca perder no queda otra opción que renunciar, las ilusiones se caen pero al menos es una nueva oportunidad de mantener  la esperanza que en el camino se vuelve a encontrar a alguien más.

Mil veces le agradecí al destino por cruzarnos en el camino porqué pensaba que el era la felicidad a todas mis tristezas. Equivocada pensé una y otra vez que la vida me había arrancado una parte de mi alma para regalarme otra, pero no fue así, la vida simplemente me ilusionó con alguien que de igual manera se iba a ir de mi vida dejando otro vacío en mi corazón que solamente yo tenía la posiblidad de llenar con mi fuerza y las más hermosas ilusiones que pudiese guardar allí.

Mis amigos muchas veces me vieron feliz porqué había elegido a una buena persona que me hacía feliz, también me vieron triste cuando el no estaba y lo extrañaba, y ahora algunos me dicen que es normal querer tenerlo de vuelta después de tantas cosas que pasamos juntos.
Otros solo intentan hacerme entender que no lo extraño, ni es el amor de mi vida, que solo fue mi primera vez en muchas cosas, que nunca sabemos de quien nos vamos a enamorar, ni si sobreviviremos a ese amor y me costó aceptarlo pero entendí que dejarlo ir era arreglarme el alma, los sueños y la vida.

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