Si pudieramos arreglar las cosas

Capitulo 13

ღ Narra Reiji

Los minutos pasaron con suma lentitud y poco a poco madre soltó lentamente el agarre sobre mí y su respiración se compaso con la de Shu y se volvió pesada; dándome a entender que ya se había quedado dormida.

Por alguna razón me puse a pensar en el violín que esa persona le regalo a Shu, recuerdo que me puse tan celoso, que espere el mínimo descuido de Shu para robarlo; mi plan original era destruirlo, pero no pude, así que termine ocultándolo en mi cuarto, donde madre no entraba ni por error.

También recuerdo que después de eso comencé a practicar por mi cuenta para poder tocar el violín y posteriormente el piano; y en las dos tuve éxito, más de una vez quise decírselo a madre, pero ella siempre me ignoraba o me decía ''más tarde'' ''otro día'' ''ahora no'' ''estoy ocupada'' que simplemente termine rindiéndome.

Por alguna razón quise ver el violín, no lo había visto en años; con cuidado me zafe del abrazo de madre y me levante con cuidado, salí hacia mi cuarto en completo silencio. Cuando finalmente llegue, fui directo al closet y moví una de las tablas para poder acceder a un compartimiento secreto y ahí lo encontré, apenas estaba cubierto por polvo, con cuidado lo saque y me fui a la cama.

Saque el violín del estuche y lo observe, se veía tan nuevo como cuando lo guarde, la oscura madera seguía brillando e incluso más bajo la luz de la luna.

-Así que tú lo tuviste todo este tiempo- dijo la voz de madre, haciendo que me asuste y de un pequeño brinco había olvidado poner seguro a la puerta.

Fingí no escucharla, pero siguió hablando con mucha seriedad,- ¿sabes lo triste que estuvo Shu?... ese violín era muy especial para el y tú se lo quitaste se lo devolverás mañana y espero que le des una verdadera disculpa.-

Por un momento me quede en completo silencio, pensando en las palabras de madre; era cierto debía devolvérselo, el tener ese violín conmigo solo me traía malos recuerdos; sin embargo, estaba cien por ciento seguro que no le pediría perdón; así que le dije de mala gana a madre,- se lo devolveré pero no espere que le pida disculpas-

-¡Reiji!... No te lo repetiré- pero le quite la palabra.

-¡No!... yo no se lo repetiré a usted no le pediré disculpas a nadie usted nunca se disculpó conmigo por todas las cosas malas que me hiso o cuando me ignoraba ¿Por qué yo me debo disculpar con Shu por una tontería?- Le grite

De repente la puerta se abrió de un solo golpe, al parecer habíamos gritado tan fuerte, que habíamos despertado a todos en la mansión.

-Perdón no es nada importante vuelvan a dormir por favor- pidió madre al ver a todas las personas que nos rodeaban.

-No es importante,- dije en un murmullo bajo, mientras agachaba la cabeza y trataba de ocultar mis lágrimas, pero esta vez fue imposible, gritando le dije,- ¡Nunca fui importante para usted! ¡Lo que está haciendo ahora es sola pensando en su beneficio!

Madre intento hablar, pero yo la volví a interrumpir, solo que estaba vez lo hacía en voz baja- Nunca le he importado ni si quiera un cuarto de lo que le importa Shu,- la confronte viéndole directamente a los ojos, ni siquiera me importo que me vieran llorar. Nadie se atrevió a decir nada, era un silencio tenso e incómodo y nadie estaba dispuesto a romperlo.

Con el rostro bañado en lágrimas salí rápidamente de mi cuarto; oí a la distancia como madre me llamaba por mi nombre, pero no le hice caso.

Corrí a través de toda la mansión, buscando donde ocultarme, pero en la mayoría de los lugares madre me encontraría; luego recordé la torre en la que encerraron a Christa y corrí hacia ahí, definitivamente no me buscaría en ese lugar, algún punto de mi trayecto deje de llorar.