Una chica, una maldición, una travesía...
La fuerza y la resiliencia siempre fueron su don ¿pero le servirá esto para resistir el amor?
Los personajes pertenecen a la serie The vampire diaries, creada por Kevin Wiliamson y basada en la saga del mism...
Han pasado 150 años desde que me fuí de mistyc falls, huyendo y dejando que sharlott tuviera una buena y larga vida con su familia.
Supongo que ella ya ha muerto, no sé si tendrá decendencia, pero estoy por descubrirlo, pues voy a quedarme en lo que era mi antiguo hogar, la mansión Harrison.
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Al llegar, me di cuenta que estaba desolada y descuidada, tenía telarañas y polvo por doquier.
Subí las escaleras a lo que era mi habitación y todo estaba como lo deje, deslice mis manos por el tocador y sonreí un poco al recordar pequeños fracmentos de mi niñez dorada, de cuando me borraban la memoria y todo parecía ir bien.
Luego de instalarme un poco, fuí al cementerio visite la tumba de mis padres y me encontré con tres tumbas más que llamaron mi atención, la de sharlott, la de su esposo y la de su hijo, según lo escrito en ellas sharlott y su esposo habían tenido una larga vida y su hijo había muerto un poco jóven.
Después fuí por alguien para almorzar, encontré a un hombre que trataba de abusar de una chica, lo separe de ella le dije que corriera y cuando quede con aquel hombre lo hipnotice para que no gritara y bebí lo suficiente de él, luego le borre la memoria y le dije que no lo hiciera más.
Era lo que siempre hacia, así no me sentía tan culpable por robarles la sangre a los humanos.
Investigue en dónde quedaba la casa salvatore, y me dirigí ahí, al llegar me di cuenta que no era una casa, era una mansión, me plate en frente de la puerta y toque, esperé unos minutos y después la puerta se abrió dejando ver a un muchacho con cabello azabache y ojos azules.
Al verme se le notó un poco de sorpresa era claro que esperaba a alguien más, pero rápidamente cambio su expresión a una más relajada y con una media sonrisa, de una manera un poco rapida recorrió mi cuerpo con la mirada volviendo a mi rostro
-hola- dijo en tono seductor.
-hola, buenas tardes- respondí cordial -¿se encuentra Stefan salvatore?- pregunté viendo cómo frunció el seño un poco.
-¿para que lo necesitas?- respondió seco.
-solo... Quisiera charlar con él- la amabilidad era vital si quería conseguir mi objetivo y entre menos peleas llegarán a mi, mejor.
-¿No prefieres charlar conmigo?- sonrió nuevamente volviendo a la seducción.
-¿Eres Stefan salvatore?-.
-no-.
-entonces no-.
Junto las cejas un poco extrañado, se acercó un poco más y me vio directo a los ojos.
-¿Qué quieres con mi hermano?- divisé que la pupila de esos hermosos ojos azules se dilató y luego volvió a su tamaño normal.
No pude evitarlo, una sonrisa torcida domino mis labios -¿Es en serio, entre vampiros? escucha amigo..-.
-damon- me interrumpió.
-damon- continue -¿se encuentra Stefan o no?- ya estaba un poco molesta, él titubeó un poco y luego....
-¡Stefan!- gritó, para abrir un poco más la puerta he invitarme a entrar, yo con mi pie verifique que no hubiera alguna barrera invisible, ya que él era vampiro y la casa podría estar a nombre de algún humano, pero no fue así, pude entrar sin problema.
Ya en el recibidor ví que un chico de cabello castaño y ojos verdes apareció por las escaleras, finalmente, stefan.
Me vio con el seño fruncido y luego paso a su hermano -¿Qué sucede?- le preguntó.
-la señorita...-.
-Harrison, Catalina Harrison-.
El hizo un amago de sonrisa -Rabietas, te busca- abrió expresivamente los ojos con mueca de fastidio y se dirigió a las escaleras -ah y cuidado tiene colmillos- desapareció.
Stefan me miro y suspiro -lo lamento, es un poco temperamental-.
Le sonreí -soy Catalina- extendí mi mano y él la tomó.
-Stefan salvatore- dijo relajando su rostro y con una sonrisa pequeña, la acercó a sus labios y la besó -sigueme- me indicó y me guío a lo que parecía ser la sala, habían unos muebles antiguos pero elegantes en muy buen estado, en realidad toda la casa daba un aire auntiguo, era un poco rústica, pero con detalles modernos que la hacían extrañamente acogedora.
Tomó asiento en uno de los muebles y lo seguí sentandome en frente, -y bien, ¿en que puedo ayudarte?-.
-tengo entendido que tienes en tu poder el diario de Mely soon...- juntó sus cejas y me miró con detenimiento -y la piedra escarlata que pertenecían a ella, los quiero- afirmé segura.
-¿Para que quieres sus pertenencias?- preguntó curioso.
-ya sabes... valor sentimental, cuando regresé de mi viaje a Italia, me enteré que había muerto, soy su hermana- aclaré.
-no tenía idea que Mel, tuviera una hermana-.
-bueno, ella no hablaba mucho de mi- minimise mi sonrisa.
Stefan asintio -esta bien, cuando los encuentre te aviso-.
-¿Los perdiste?-.
-si, hace unos años en una remodelación, lo siento- un poco de lastima cruzo sus ojos.
Sentí mi corazón sangrar por un segundo y estaba a punto de ofrecerme a ayudarlo, pero me contuve, no quería sonar desesperada y dar sospechas.
-gracias- sin más me levanté y me acompaño a la salida.
STEFAN'S POV
Inmediatamente después de que cerrará la puerta, apareció mi hermano quien nos había dejado solos, pero sabía perfectamente que escucho todo.
-¿Le crees?- me preguntó
Negué -Mel era una bruja con mucho conocimiento, eramos... algo cercanos..-.
-¿Y?-.
-y antes de morir me dijo que no existía ningún verdadero familiar de sangre que siguiera con vida-.
-entonces miente-.
-...si, algo oculta-.
Unos ruidos llamaron nuestra atención, se oían fuera de la casa, parecía como si hubiera una pelea, nos miramos y salimos a ver qué pasaba y habían dos hombres en el piso y otro se aproximaba a la chica.
El hombre la sorprendió y en un movimiento rápido le rompió el cuello, ella cayó al suelo.
Damon y yo entramos en escena, rápidamente atrapé al sujeto y mi hermano le saco el corazón.
Tomé a Catalina en brazos con delicadeza, no la conocía, pero ella se veía vulnerable y delicada, la lleve a dentro y la recosté en el sillón.
¿Para que necesita mentir?
¿Significara una amenaza en contra de Elena?
Mi hermano se paró a mi lado y también la observaba.
-eso fue raro, averigüemos que pasa- dijo y yo asentí.
