Perseguida (Damon Salvatore Y Tu)

22. ¿Qué es lo que me pasa?

NARRADOR OMNISCIENTE.

Damon entro a su habitación y encontró a Elena llorando en el bordo de la cama, el no dijo nada y solo se sentó a su lado, no tenía dudas pues ella ya lo había confesado todo y el la había escuchado perfectamente.

-todo es su culpa- lloriqueo ella con ira.

-¿Cómo puedes decir eso, ¡¿Elena cómo pudiste hacerle eso!?- damon estaba furioso pero también muy confundido.

-¡¿Qué, tu también estás de su lado?!- preguntó indignada.

-todos confiamos en tí, ¡Ella confío en tí!- reprochó el ojiazul.

-¿Por qué estás de su lado?, deberías estar del mío ¡Yo soy tu novia!-

-¡TU LA MATASTE!- escupió el ojiazul con ira.

-¡ELLA LO MERECÍA!- se excuso.

-No... (Se le quebró la voz)... Ella no lo merecía, ella no merecía nada de esto- se le escaparon las lágrimas, Elena se quedó callada mirándolo con furia.

-tu y yo terminamos apartir de este momento- sentenció damon con seriedad al recuperar la compostura, elena se levantó indignadamente.

-tu no puedes terminarme, tú me amas-

-lo acabe de hacer elena- dijo el ojiazul con firmeza desde su cama.

-bien..- hablo ella dando vuelta -no puedo creer que aún después de todo lo que hice sigas enamorado de ella- dijo para abrir la puerta.

-¡¿A qué te refieres?!- preguntó damon pero ella le cerró la puerta en la cara.

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Había pasado ya la larga noche, todos se habían hospedado en la mansión salvatore decidieron dormir allí después de un largo día y de todo lo que había sucedido. Pero al amanecer algunos tuvieron que irse a cumplir con sus deber diarios, sabían que stefan cuidaría bien de ella, confiaban plenamente en él y con razón puesto que el haría cualquier cosa por mantenerla a Salvo a ella.

Los rayos del sol acariciaron las mejillas de la castaña, provocando que despertara, aún confusa por la situación decidió levantarse a buscar respuestas.

Así que se sentó en la cama, suspiró y en un rápido movimiento se puso de pie, pero al hacerlo comenzó a sentir un pequeño mareo y tuvo que sostenerse de la mesita de noche hasta que se calmó un poco.

Al sentirse mejor suspiró y siguió su camino hacia la puerta, la abrió y comenzó a caminar por el pasillo hacia las escaleras hasta que comenzó el mareo de nuevo y tuvo que apoyase en las paredes.

Afortunadamente stefan la vio mientras iba saliendo de su habitación y noto su respiración agitada mientras se sostenía de la pared.

-¿Te encuentras bien?- preguntó el ojiverde, su presencia la sorprendió haciendo que ella siguiera su camino -si, tranquilo, solo estoy..- dijo antes de tropezar, stefan a velocidad la sostuvo, ella suspiró rendida -creo que me levanté muy rápido de la cama, es todo- pero stefan no le creyó -¿Segura?- insistió el -si, estoy bien tranquilo- y aunque stefan seguía sin creerle solo le sonrió mínimamente y asintio.

-¿Puedo acompañarte abajo?- preguntó el ojiverde -me parece buena idea, gracias- respondió ella con gracia y compartiendo la sonrisa, stefan la ayudo a llegar hasta el primer piso, la guió hasta llegar al sofá dónde dejó que ella se sentará -te traeré un poco de agua- dijo el ojiverde desapareciendo en la cocina.

-¡lina despertaste!- hablo Bonnie con alegría al ver a la castaña -hola- sonrió en respuesta -¿Cómo sigues?- preguntó Bonnie sentandose a su lado, por fortuna el mareo ya había bajado -bien, anoche estaba un poco agotada, pero hoy amanecí con más fuerzas- explicó Catalina viendo a stefan llegar con el vaso de agua -¿Y ya has podido recordar algo?- preguntó la morena.