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Llegué a mi casa más feliz de lo normal,¿Y como no estarlo? Naruto, el chico con autismo que no le sonríe a nadie, me dió la sonrisa más alegre y sincera de todo el mundo.

— ¡Hola mamá!¡Hola papá!. — les dí un beso en la mejilla, uno a cada uno, dejé mis cosas en su lugar y me senté en el comedor para saborear la deliciosa comida de mi mamita.

— ¿Y ahora que te sucedió?. — preguntó mi papá con una sonrisa y reí escondiendo mis mejillas sonrojadas.

— ¡No me pasó nada!¡Solo estoy muy feliz!. — ambos me miraron divertidos y comenzamos a comer.

[...]

Ahora estaba en mi cuarto, viendo aburrida mi celular, ya había terminado toda mi tarea y mis deberes y no tenía nada más que hacer.

Chequé mis contactos, tal vez podría pasar el rato platicando con mis amigas.

Pero no encontré nada, no tenía ganas de platicar, así que dejé mi celular e intenté quedarme dormida, pero tampoco funcionó.

Suspiré irritada y me levanté para salir de mi casa y conseguir algo que hacer.

Mi mamá vió que salía, así que aprovechó para pedirme algunas cosas para la cena, yo acepté feliz, no tengo nada que hacer y ahora sí.

Gracias mamá.

Llegué al mercado, para ser algo tarde sigue habiendo mucha gente, saqué la pequeña lista de papel y fuí tachando las cosas que iba comprando poco a poco.

— Me llevaré esto por favor. — Miré hacía atrás, y me encontré con Naruto haciendo las compras igual que yo.

Me acerqué a él saltando de alegría, piqué su mejilla con una sonrisa y él me miró.

— ¡Hola Naruto!. — le dí una enorme sonrisa, estoy feliz de verlo, es lo que más necesitaba ahora mismo.

"Cada vez que te veo, mi día se vuelve más entretenido y feliz"

❤︎𝐿𝑒𝑗𝑜𝑠 𝐷𝑒 𝑇𝑖❤︎Donde viven las historias. Descúbrelo ahora