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Sacó unas llaves de su bolsillo y las acomodó en el cierre de la puerta, dió un par de vueltas y la abrió, dejándome ver un corto pasillo.

-Ya llegué.- me pidió que entrara, aceptando y esperando a que él lo hiciera.

Luego cerró la puerta y acomodó su bufanda en el perchero de madera.

Le dí mi suéter, él lo colocó junto al de él y yo me dí el tiempo de admirar la casa.

Era algo pequeña, pero era muy acogedora, las paredes estaban pintadas de un color amarillo pastel, los pisos eran de una madera reluciente, el lugar era bastante hermoso, olía delicioso, daba un toque tranquilo y cálido a la casa.

- ¡Al fin llegaste!- se escuchó una aguda voz venir corriendo desde la cocina.

Una mujer de cabello tan rojo como el fuego apareció en el corredor, tenía una enorme sonrisa en sus labios y mantenía los ojos cerrados.

La observé detenidamente, ¡De verdad era una mujer muy bonita! La mujer abrió los ojos, miró a Naruto, pero al darse cuenta de mi presencia, se giró hacía mí y me observó, luego a su hijo, y al entender que pasaba, su sonrisa se agrandó y se acercó a mi.

—¡Hola linda!¡Mucho gusto!¿Cómo te llamas? — me miró y le dí una enorme sonrisa.

—¡Mucho gusto señora!me llamo _____, es un placer conocerla — le extendí la mano, ella la aceptó con gusto.

—¡Que lindo nombre!¡Mi nombre es Kushina!y soy la madre de este niño rubio de aquí —señaló a Naruto, él la miró mal y entró a la casa dejando sus zapatos en la entrada.

Me pidió que entrara, yo le hice caso y deje mis zapatos a un lado de los de Naruto.

—Les traere algo de tomar — salió del comedor, dejándonos a los dos solos.

-¡Muchas gracias señora! -mire a mi amigo, le dí una sonrisa.

-Tu mamá es muy agradable -me miró y siguió acomodando sus cosas.

-Si, lo es.

❤︎𝐿𝑒𝑗𝑜𝑠 𝐷𝑒 𝑇𝑖❤︎Donde viven las historias. Descúbrelo ahora