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Otro día en la escuela, los niños platican entre ellos sobre cosas que la verdad no entiendo, a mí no me importa nada de eso, sólo quería encontrar a Naruto y platicar con él.

Me detuve en la puerta de mi salón y lo busqué con la mirada, no estaba ahí, suspiré y entré sentandome en mi lugar, acomodé mis cosas y miré a la puerta esperando a que llegara.

Los minutos pasaron y Naruto no había llegado, el timbre ya había sonado y el maestro ya comenzó la clase,y ninguna señal de que ese niño llegara.

No puede ser,¿El segundo día de clase y el llega tarde? Lo único que conseguirá es manchar su reputación.

Suspiré triste, miré a la ventana y ahí lo encontré, venía corriendo a toda velocidad desde antes de llegar a la escuela.

Cuando llegó a la entrada, se detuvo a tomar aire y miró hacía la dirección de nuestro salón.

Nuestras miradas se contactaron y yo le sonreí, él desvió la vista y siguió corriendo, miré la puerta esperando a que llegara sin ponerle atención a mi maestro.

Un par de golpecitos se escucharon en la puerta y volví a sonreír, cuando tuvo el permiso, abrió la puerta, ganándose la atención de todos.

— ¿Porqué llegó tarde joven? —  preguntó el maestro mirándolo directamente al igual que todos mis compañeros.

Naruto bajó la mirada y rascó su nuca sin decir nada.

— ¿Joven Naruto? — preguntó nuevamente sin conseguir respuesta, él me observó y supuse lo que quería.

Me levanté de mi asiento consiguiendo la atención que antes tenía él y  acerqué tomándolo de la mano.

— Lo siento maestro, él no quería llegar tarde, ¿verdad? — asintió mirando al suelo — Todos hemos llegado tarde alguna vez, le juro que no volverá a suceder — lo sostuve de sus hombros y caminamos juntos a su asiento, tratando de cubrirlo de los demás y lo ayudé a acomodar sus cosas.

En mis adentros me encontraba bastante feliz, el hecho de que Naruto me pidiera ayuda sin conocernos bien me hizo sentir especial.

Antes de poder irme, tomó mi brazo y me acercó a él haciendo que me agachara un poco.

— Gracias...— me miró directo a los ojos y yo lo observé sorprendida, la llamada del profesor diciéndome que volviera a tomar asiento me hizo volver a la realidad y le devolví la sonrisa.

— No hay de que, Naruto. —

❤︎𝐿𝑒𝑗𝑜𝑠 𝐷𝑒 𝑇𝑖❤︎Donde viven las historias. Descúbrelo ahora