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-Bien,vamos a tu casa. -comencé a caminar sin mirar atrás, estoy muy emocionada por conocer a los padres de Naruto, de verdad siento que son personas muy buenas.

-ehh....______. -miré dónde estaba, tenía una mirada con un toque de burla, solo un poquito.

-¿Que pasa?. -me giré para verlo por completo.

-Yo vivo por allá -señaló la dirección contraria en la que iba.

Sonreí avergonzada y caminé hacia allá.

-Lo siento, es la emoción. -reí con nerviosismo, ¿Que me está pasando?

Comenzando a caminar, me guío por unas calles que realmente eran desconocidas para mí, nunca había venido por acá.

Íbamos en silencio, aunque no uno incómodo, era bastante tranquilo, pasaron unos minutos, comencé a aburrirme, así que mi instinto de niña pequeña salió.

-¿Cuánto falta? -pregunté por quinto vez saltando en un tronco que estaba tirado en el suelo.

-Ya casi llega -no pudo seguir hablando, porque por mi instinto de niña de caminar por la madera caí al suelo, azotando todo mi cuerpo en el piso.

Sobé mi trasero, levantándome y riendo para no llorar.

-¡Lo siento! Soy algo torpe, perdóname. -se quedó callado, pero luego negó y siguió caminando sin verme.

Me quedé atrás, sentí mi cara caliente, seguramente me sonrojé de la vergüenza.

Agité mi cabeza y seguí caminando, corriendo hasta llegar junto a él.

Seguimos caminando, él decía que faltaba poco, pero eso mismo decía calles atrás, pero bueno, lo que importa es que "ya casi llegamos"¿Verdad?

-¿Cuánto falta? -volví a preguntar, él me miró de mala gana y se detuvo.

Levantó su mano, señalando frente a él -es ahí - dijo, sonreí y baje su mano.

-¡Que bien! ¡Vamos! -corrí hasta allí, jalandolo a él junto a mi.

"¡Por fin!"

"¡Por fin!"

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❤︎𝐿𝑒𝑗𝑜𝑠 𝐷𝑒 𝑇𝑖❤︎Donde viven las historias. Descúbrelo ahora