(Capítulo editado)
Durante aquella noche, la misma pregunta se repetía en mi mente, constantemente: ¿Cómo había conseguido Malfoy coger mi diario? Los chicos no podían ir a los dormitorios de las chicas sin que una maldición les cayera encima.
Con un poco de ingenio e ideando un plan se podía hacer, pero, ¿para qué iba a hacer Malfoy todo eso? Tenía por seguro que no se iba a esforzar tanto para leer un simple diario, y, menos, siendo el mío.
Alguien tenía que habérselo dado desde dentro, y, la única persona que se me ocurría era Astoria, pero, no sé. Nos habíamos hecho amigas, ¿no? ¿Debía fiarme de ella?
Eran las cinco de la mañana y no podía seguir en la cama. No podía dormir.
Me resultó extraño que, siendo tan temprano, Astoria no se encontraba en su cama.
Sin nada mejor que hacer, me vestí (imagen multimedia) y decidí dar una vuelta por lo jardines mientras se hacía la hora para que abrieran el Gran Comedor.
Iba caminando por los jardines, cuando, ante mí divisé a Astoria y Draco hablando. Decidí seguir mi camino, seguro que estaban hablando de sus cosas de novios.
Justo cuando iba a comenzar a caminar, sus palabras me hicieron detenerme.
-¿Conseguiste leer el diario de Pena? -preguntó Astoria a Draco.
Ella le había dado mi diario a Draco.
-Solo pude leer un poco. Luego, llegó ella y me pilló.
-No le habrás dicho que fui yo la que te lo dio, ¿verdad?
-Claro que no.
Decidí no escuchar más y retomé mi camino, esta vez, con destino a la sala común de Slytherin. Esto no iba a quedar así. Astoria se iba a arrepentir de haber dado mi diario a Malfoy.
Una vez en la sala común de las serpientes, llamé a la puerta de mi prima. Ella, al haber llegado la última, tenía la suerte de tener una habitación individual.
Me abrió a los pocos minutos. Sus ojos se mantenían medio cerrados, su pelo estaba alborotado y parecía un zombi.
-¿Qué quieres, _____?
Su voz estaba ronca. Era demasiado temprano y se acababa de despertar por mi culpa.
-Necesito hablar contigo.
-¿Ahora? -asentí.
Ella abrió la puerta para que pasara y yo me senté en su cama. Luego, Teresa se sentó a mi lado.
-¿Qué ocurre?
-Verás, Astoria, sabes quién es, ¿verdad?
-Sí, claro. Es muy amable.
-No tanto como parece. -aclaré.
-¿Por qué lo dices?
-Ayer, después de cenar, salí a dar una vuelta por los jardines y me encontré a Malfoy, Draco Malfoy.
-¿El rubio oxigenado?
Asentí reprimiendo una sonrisa al escuchar su mote hacia Draco.
-Tenía mi diario y lo estaba leyendo.
-Oh, ¿y qué tiene que ver Astoria en ello?
-Astoria fue quién se lo dio. Hoy los escuché hablando en los jardines.
-Bien, pues venguémonos.
-Pienso hacerlo.
Sonreí traviesamente.
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Te amo y te odio (Draco Malfoy y tu) #Wattys2017
Fiksi PenggemarÉl no quiere ser el malo de esta historia pero poco a poco...todo se va derrumbando.