𝐂𝐚𝐭𝐨𝐫𝐜𝐞

1.7K 236 33
                                    

Fue una experiencia intensa por no decir menos, Zoro se movió ágilmente entre montones de gente derribándolos con diferentes tácticas, fue exitoso en su misión, nadie pudo tocarte hasta el momento, ni a ti ni a él. No hasta ahora donde se vio acorralado por la que antes estaba disfrazada de monja, Miss Monday tumbó al espadachín con fuerza bruta, haciéndote rodar de sus hombros hasta golpear una pared.

Tardaste unos segundos en poner tus pensamientos en orden, la cabeza te daba vueltas, cuando abriste los ojos te encontraste cara a cara con Zoro, que observó de manera cuidadosa que no tuvieras algún rasguño, suspiró aliviado al ver que estabas perfectamente. Sin embargo tú te molestaste al notar como su frente sangraba, parando toda la conmoción anterior, te apresuraste a tirar de él para que se agachase, limpiaste su frente con un nuevo pañuelo, un puchero decorando tus labios durante todo el tiempo, entonces recordaste vuestro trato, olvidando por completo la situación en la que estabais.

─¡He ganado! ─le señalaste con una sonrisita, celebrando con un baile tonto, haciendo que el hombre suspirara rendido─ Ahora tendrás que enseñarme a usar tus espadas.

─Está bien, pero vuelve dentro con los demás, necesito terminar una cosa aquí fuera ¿vale? 

─¡Sí, señor!

 Hiciste un saludo militar para ir al bar donde los demás continuaban durmiendo, Zoro se rio entre dientes cuando desapareciste por la puerta, cambiando su expresión a una más seria cuando se giró a sus enemigos, un escalofrío recorrió el cuerpo de todos con tan solo toparse con sus ojos.

Te recostaste sobre la forma inflada de Luffy, pinchando su barriga con tu dedo índice, riendo silenciosamente jugando con la elasticidad del chico, después de un rato notaste como Luffy rodaba hacia fuera, frunciste el ceño al ver como la chica de pelo celeste lo arrastraba junto a un pato con sombrero. Ignorando el hecho de que tu capitán estaba siendo usado como supuesto rehén, toda tu atención se centró en el pato de nombre Karoo.

─Ohh tan lindo.

Abrazaste al animal, pasando tus brazos por su cuello, se tensó pensando que eras un enemigo, e incluso la dueña se asustó, pero tampoco pudo hacer nada, no parecías nada peligrosa, eras solo  una niña, tampoco podía herirte, pero aún así seguías siendo un 'enemigo', mantuvo un ojo sobre ti. Toda la situación empeoró ante la llegada de otros dos trabajadores de Baroque Works, Mr. 5 junto a Miss Valentine entraron en escena para delatar los crímenes de una infiltración.

Levantaste la cabeza al ver como Miss Wednesday se tensaba, pasando tu mirada entre todos, que continuaban en silencio, te estabas quedando atrapada en el fuego de las dos bandas, te asustaste al ver como un ataque hizo que la goma que sostenía el cabello celeste de la chica se rompiera, inmediatamente se desató una pelea, para tu suerte fue más bien una persecución por lo que no fuiste objetivo indirecto de los golpes.

─No entiendo nada, todos se están pegando con todos... ¿siguen jugando a las luchas? ─murmuraste caminando de nuevo hacia tu capitán que se estaba despertando lentamente, todavía inflado como un pez globo─ ¡Oye Luffy! ¿A que no sabes qué? Zoro me dejará usar sus espadas.

─¿¡Enserio!? Eso es genial, iremos a buscarlo para que puedas jugar.

Aún estando inflado como una pelota te recogió en sus brazos, caminando lentamente por las calles, notando los cuerpos malheridos de los habitantes, su expresión se enfureció, notaste como aceleró el paso hasta llegar a un callejón sin salida donde había varias personas, entre ellas estaba Zoro protegiendo a la princesa de Arabasta, Nefertari Vivi, anteriormente conocida como Miss Wednesday. Lo que no esperaste fue el grito de Luffy, completamente enfadado.

─¡ZORO! ¡No te vas a escapar! ¡Suéltalo cabrón!

─¿¡Pero qué coño estás diciendo!?

─¡Cállate, te mataré cabrón desagradecido!

─¿Desagradecido?

─Nunca te perdonaré... ¡has matado a cada una de las buenas personas de la ciudad que nos hicieron una fiesta y nos dieron de comer!

─Oye escucha Luffy todos esos son-

─¡No quiero escuchar tus excusas!

Su arrebato hizo que salieras volando de sus brazos, aterrizando al lado de Vivi, te palmeaste la cabeza, algunos rasguños sobre tus brazos por la fuerza del hombre de goma, que ahora había empezado una pelea con su propio amigo, mientras que Mr. 5  y Miss Valentine trataban de matar a la princesa, sin embargo Luffy y Zoro siempre terminaban golpeándolos. Empezaste a temblar al ver la pelea entre dos personas tan importantes para ti, las cosas parecían intensificarse a cada segundo así que no tardaste en empezar a llorar más que nada por impotencia ya que no podías simplemente meterte en la pelea. A pesar de eso, estabas dispuesta a pararlos, si debías recibir los golpes para hacerlo no te importaría, pero esos dos tenían que parar.

Diste un paso, secándote las lágrimas, tus piernas temblaban con cada paso que dabas hacia la pelea, hubieras echado a correr de no ser porque alguien tomó el cuello de tu camisa, levantando tu cuerpo con cuidado, giraste la cabeza y tus labios temblaron de nuevo, te permitiste llorar cuando Nami te abrazó, murmuró algunas palabras dulces para tranquilizarte, en cuanto logró que estuvieras más tranquila su aura amable cambió por completo a un aura oscura, con pasos decididos llegando justo antes de otro ataque por parte de ambos chicos les golpeó a cada uno con la suficiente fuerza como para que un par de chichones sobresaliesen de sus cabezas.

─¡Ya basta! ¡Casi me hacéis perder un millón de berries! Dios que dolor de cabeza encima habéis hecho llorar a mi pequeña.

Te secaste las últimas lágrimas aferrándote a la pierna de Nami, todavía un poco desanimada por la pelea, sin embargo tan pronto como se recuperaron del golpe, ignorando la primera advertencia de la chica comenzaron a darse pequeños golpes, esto tan solo hizo que la irritación de vuestra navegante empeorase, gruñó dando otro golpe directo a sus cabezas, sujetaste sus frentes para que no golpearan el suelo.

─P-arad por favor...

Los dos hombres pararon al escuchar tu murmullo, una punzada de culpa atravesó sus pechos al ver tu expresión, tenías un ligero puchero en los labios, además de que tu nariz estaba algo irritada se podían apreciar rastros de lágrimas sobre tus mejillas, definitivamente esto hizo que la culpa se profundizase más en sus corazones. Iban a tener una buena charla con Nami después si es que no los mataba ahora mismo, pero ella no era la peor, solo espera a que Sanji se entere de que esos dos mendrugos te han hecho llorar.

𝗙𝗿𝗲𝘀𝗵𝘄𝗮𝘁𝗲𝗿┃One Piece [HIATUS]Where stories live. Discover now