La amada del dragón. (Shiryu Y Tú)

Capítulo 7.

Saya, sintió que un sentimiento cálido se instalaba en su pecho después de que Shiryu, dijera que el se encargaría de protegerla.

-Muchas gracias- fue lo único que atinó a decir la chica antes de salir de la que ahora era la habitación del chico, con delicado sonrojo en sus mejillas.

El sonrojo, no pasó desapercibido para el caballero de Dragón, que se sintió bastante bien por ser él quien le provocara un sonrojo a la chica.
Se sentó en la cama con una cálida sonrisa en el rostro, al pensar en Saya y el lindo sonrojo que adornaba sus mejillas cuando salió del lugar.

Saya, llegó rápidamente a su nueva habitación para cerrar la puerta tras ella y llevar una de sus manos a su pecho sintiendo como su corazón latía apresuradamente y sentía sus mejillas aun calientes.
No se explicaba lo que le estaba pasando, esta era la primera vez que se sentía de este modo.

Para Saya, su vida siempre se centró en mantenerse a salvo, en sus hermanos, en conseguir empleo y poder mantenerse así misma. Nunca antes se había dado el tiempo de pensar en algún chico, pues para ella había sido siempre mantenerse a salvo, tal como Saga, Kanon y Aldebaran, le decían.

Pero, esta vez, era diferente, pues ya todos en el Santuario conocían de su existencia, la mayoría la trataban como a una hermana también, en el caso del Patriarca Shion, el era como un padre (uno que esta bien papasito) que incluso había designado a uno de los caballeros para que la protegiera y Shiryu, con él, fue diferente desde la primera vez que lo vio pues, ella no había sido de las chicas que esperaban que su príncipe azul llegara para salvarlas, ella había aprendido a salvarse sola (Aldebaran, la entreno a escondidas de los gemelos) así que después de que ella se lastimara el tobillo ayudando a unos niños, no esperaba ver que alguien llegara para ayudarla a ella.

Se encontraba pensando en la forma de llegar por sí sola al centro de Rodorio cuando lo vio llegar para ayudarla.
Vio a Shiryu, vio al caballero en brillante armadura que había llegado para ayudarla.

Aunque haya querido verlo igual que a Aldebaran, o Afrodita, o los demás así como si fueran sus hermanos, no habría podido hacerlo.

Estaba confundida, su cabeza y sus sentimientos eran un revoltijo y no podía ir a hablar con sus hermanos, no podía ir con los gemelos de Géminis esta vez para contarles lo que sucedía, porque si bien, aun no podía ponerle un nombre a el sentimiento tan nuevo para ella que el caballero de Dragón le provocaba, si sabía que si le mencionaba a Saga y Kanon, lo que le sucedía, ellos seguramente intentarían matar a Shiryu, por tratar de alejarla de ellos.

Adoraba a sus hermanos pero ella misma reconocía que el amor que sus hermanos sentían por ella a veces llegaba a ser un amor tóxico. Ellos no querían reconocer que ella ya no era una niña de 5 años, querían mantenerla en una burbuja de cristal para que no le pasara nada malo nunca.

Ella los hacía entrar en razón y ellos la escuchaban pero, siempre que una nueva situación se presentaba, ellos volvían a verla como una niña pequeña.
A pesar de todo, ella los adoran a los dos.

Para su suerte no tuvo que romperse la cabeza para buscar alguien con quien hablar pues Shun, había pasado a la casa de Géminis para ver como estaba ella o si necesitaba algo (Shun bebé es un amor) Decidió que le contaría a Shun lo que estaba sucediendo con ella. No sin antes hacerle prometer algo caballero de Andromeda, que no le diría nada a nadie.

Después de que Shun le prometido que guardaría todo lo que ella le dijera como un secreto, fue que Saya le contó lo que le sucedía.

-Te lo prometo, no le diré nada a nadie de lo que me cuentes- le dijo Shun.

-Muy bien, voy a confiar en ti- le dijo Saya, para después volteara ver que nadie estuviera cerca para oírlos- Lo que sucede es que cuándo pienso en Shiryu, mi corazón empieza a latir muy rápido y mis mejillas se sienten calientes y siento que algo revolotea dentro de mi estómago- le contó.

-Entonces ¿tu corazón se acelera, tus mejillas se ponen rojas y sientes mariposas en el estómago?- le preguntó Shun con una sonrisa llena de ternura (cuando sonríe así, yo quedo toda idiota)

-Sí, justamente eso es lo que me pasa- le respondió ella.

-Ya sé que es lo que te sucede- siguió hablando Shun, mientras la seguía mirando de esa forma tan dulce- Shiryu, te gusta. Te estás enamorando.

-Oh por Dios- dijo Saya, en voz baja algo sorprendida por lo que Shun, le había revelado sobre ella misma- Si Saga y Kanon, se enteran, definitivamente van a matarlo.

-Tranquila, te prometí que no le diría a nadie y así va a ser. Mis labios están sellados- dijo Shun, dándole un abrazo a Saya.

-Gracias- le dijo ella.

Justo en ese momento, salió Shiryu, de su habitación para ir a ver como estaba Saya, encontrándose con la imagen de Shun y Saya, dándose un abrazo.
La imagen no le gustó nada.

-¿Sucede algo?- preguntó Shiryu, conteniendo su disgusto lo mejor que podía.

-Solo vine para ver como estaba Saya y para decirle que siempre que necesite ayuda con algo puede decírmelo- dijo Shun- Hablar contigo me ayudó mucho- le dijo Shun a Saya, para desviar la atención.

-Si, cuando quieras- le dijo Saya, siguiéndole la corriente.

-¿Me perdí de algo?- preguntó Shiryu, confundido.

-No es nada- le dijo Saya.

Shun se despidió de ellos y ellos fueron a la sala de la casa de Géminis para platicar.

Continuará...

++++++++++++🐉🐉🐉🐉🐉++++++++++

Les traigo otro capítulo de esta historia.

Espero que les guste.
Gracias por leer.
⭐
Les mando un abrazo.
❤🥰