Avioncito de papel ლ [Adapt. BrightWin]

INTRODUCCIÓN

Bright Vachirawit, uno ochenta y tres de torpeza, bondad acaramelada, cabello castaño y buenas intenciones. Delirio de escritor, lleva siempre una libreta permanentemente bajo el brazo que no dejaba ir ni a sol ni a sombra, un talento nato, y hasta espeluznante, para la Química, Física y toda asignatura que requiriera el uso de números y puntería de francotirador. Tiene dos sueños que desea cumplir a como dé lugar: Primero, ser policía y segundo, publicar un libro, aunque quizás podría combinar ambas pasiones en una, haciendo una novela de acción o ciencia ficción tan bien fundamentada que llegara al grado de dar incluso miedo.

Bright era parte del equipo de basquetbol, y también junto a sus amigos, pretendía ser rapero. Popular entre las chicas gracias a ese grupo de "amigos" colegas de equipo y dulce forma de ser con su prójimo, muy por el contrario de sus amigos. Tenía siempre una sonrisa cálida y amable, palabras bonitas y un chiste para hacer reír a sus amigos, a veces rozando lo ñoño. Era endemoniadamente alto -casi como Nani, claro- con un corazón enorme para que pudiera bombear sangre a todo su larguirucho ser (al menos esa era la justificación que encontraba Win para que el sujeto fuera tan buena gente) siempre parecía estar de buen humor y por alguna extraña razón que todavía el bajito no terminaba de entender, jamás parecía disgustarle absolutamente nada.

Bright era algo así como el tipo más perfecto del mundo, el tipo perfecto de Win.

A Win, le gustaba pasar las tardes en la biblioteca, enfrascado en alguna maravillosa historia de amor que pudiera ofrecerle algún escritor seguramente soltero, porque así de cruel era la vida. Pasaba demasiado tiempo, quizá, imaginando escenas fantásticas en las que tuviera el valor suficiente para entregarle un ramo de rosas amarillas enorme y gritar por los parlantes "¡Bright Vachirawit, me gustas!" o quizás en el que lo salvara de algún balonazo en la clase de educación física, sobre todo en los quemados, y el balón no le diera directo en la cara... Pero ¡NO! no se puede pedir algo de esa magnitud cuando se es parte de la mesa del rechazo en la cafetería, tu crush es un hermoso Bright Vachirawit y tú eres... un simple Win Metawin.

Aunque.... Win cree en los cuentos de hadas, como si fuera un niño todavía, y sabe que los cuentos siempre terminan con una línea, que aunque sea hasta el final... remata la historia con un impresionante "Felices para Siempre'' que te roba suspiros.