Capítulo 14

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Preparen sus pañuelos porque esto está triste, decidí combinar los finales y salió esto.

Sasuke entro a la habitación de Naruto con cautela, el rubio dormía o eso parecía —¿Cómo te sientes? — pregunto Sasuke, Naruto le dió la espalda como respuesta

—Siento haberte dejado solo— hablo sin arrepentimiento —¿Cómo está Aiko?

Naruto tembló ante la mención de su hija, pero no contesto, al no obtener respuesta Sasuke se acercó al cunero, dormida estaba una pequeña bebé rosadita envuelta en su cobijita, tenía una motita de cabellos negros —Es preciosa— hablo Sasuke enamorado de esa hermosa niña.

Días después que salieron del hospital, Sasuke se tomó una licencia para pasar los primeros meses con su hija, Naruto estaba decaido hablaba poco con el lloraba mucho, pasaba mucho tiempo en el jardín en el árbol de Sakura junto con Sai.

Los días se convirtieron en meses, Aiko aprendía balbucear, Naruto lloro la primera vez que dijo papá, por primera vez no lloro de tristeza parecía salir poco a poco de esa depresión aunque aún tenía días terribles, al menos ya comía, y salía un poco, pero seguía sin hablarle más de lo necesario.

Cuando Aiko cumplió el primer año de vida Sasuke llegó con un pastel, Naruto que estaba en casa se sorprendió al verlo, luego se molestó.

—¿Que demonios te pasa?— grito en llanto —Es que no te importa— sollozo dolido, para irse a encerrar en su cuarto.

Sasuke soltó un suspiro sin saber que había hecho mal, los meses se convirtieron en años, y los roces entre el y Naruto eran más seguidos.

Sobretodo en convivios familiares ya que Naruto siempre estaba triste, eso ocasionaba peleas con su hermano y su cuñado.

La cercanía de Sai y Naruto no parecía bien a los ojos de su madre, ya que el rubio sonreía más con el que con Sasuke que era su esposo.

Cuando su hija cumplió los cuatro años entendió todo.

Sasuke desde que falleció Hinata no había dejado de ir a visitar su tumba, todos los años en el aniversario de su muerte, Sasuke se pasaba todo el día con ella hablando de lo que ha Sido su vida, y como se siente desde que ella se fue.

Cercas de que su hija cumpliera cuatro años el llegó tarde a casa, Naruto dormía en uno de los sillones de la sala, parecía incómodo pero estaba cansado el rubio había llorado.

Sentada a su lado susurrando palabras de consuelo estaba la pequeña Aiko, su piel era blanca con un cabello negro y largo, la niña lo único que sacó de Naruto habían Sido esos ojos azules y su carácter alegre.

—Papá— llamo cuando vio entrar a Sasuke, dejo a su papi dormir para acercarse al recién llegado.

—Aiko que haces despierta— pregunto Sasuke a la pequeña que hizo un puchero

—Estuvimos esperando otra vez— dijo con tristeza la niña — Pero no llegaste

Sasuke estaba sorprendido miro a su alrededor parecía una fiesta —¿Que celebramos?— pregunto causando que los ojos de Aiko se aguadaron — Mi cumpleaños— susurró

El Uchiha se sorprendió mirando a su hija sorprendido —Cumples años mañana— exclamo

La niña nego causando que sus coletas se movieran junto con su cabeza —Cumplo años hoy— dijo triste —Papi me dijo que hoy es un día triste para ti y que vas a ver a Hinata — la pequeña escupió su nombre — Me dijo que es alguien a quien tú quieres mucho y por eso no vienes— hablo triste

—¿Que fue lo que te dijo? — pregunto con molestia, miro al rubio dormir detrás de la niña

—Solo me dijo, que hoy se había marchado al cielo, y eso te ponias triste por eso olvidas que hoy es mi cumpleaños y lo celebras un día después.

Sasuke abrazo a su hija —Lo siento, amor, nunca me di cuenta de estas cosas y te lastime sin querer.

—Papá porque no quieres a papi— volvió a preguntar Aiko

Sasuke aún con la pequeña en sus brazos dijo —Quiero a tu papá, pero no de esa forma— explico

—Es por ella— volvió a preguntar Aiko causando un respingo en el mayor

—Si te digo que intentaré amar a tu papi, dejamos de hablar de Hinata

La niña sollozo en los brazos de Sasuke —Papá, si te pido escoger entre ella y yo, me escoges— pregunto en un sollozo

Sasuke la abrazo con fuerza —Siempre te escogería — respondió

La niña ocultó su cara en el pecho de su papá mientras sollozaba en su mente una palabra Mentiroso

La mañana llegó para Sasuke, dormido en su habitación la noche había Sido pesada, tarde se dió cuenta que había hecho sufrir a su hija.

Con la intención de compensarla bajo a la cocina, Naruto estaba desayunando cuando lo vio —Buenos dias— dijo Sasuke causando que el rubio alzará la cabeza

—Te sientes bien— respondió  sorprendido

Sasuke ignoro su respuesta para  preguntar —¿Dónde está Aiko?

Naruto lo miro con sorpresa y molesto —Donde siempre— respondió triste Sasuke alzo una ceja, Naruto miro la ventana —Esta en el patio, en el cerezo — sonrió triste

Sasuke salió al patio directo al hermoso cerezo, pero no vio a la niña por ningún lado, molesto creyendo que Naruto había mentido iba a dar la vuelta pero se dió cuenta que Naruto lo había acompañado —Es la primera vez que bienes— dijo triste

—¿Dónde está Aiko?— pregunto

—Ahi— respondió apuntando una pequeña lápida

—¿Que? — pregunto pensando que era una broma de mal gusto

Naruto lloro —Siempre a estado ahi— contesto — Desde ese día que nos dejaste, ella está ahi— grito todo el dolor que no había sacado en todos esos años
—Porque no es dejaste porque la escogiste a ella— grito golpeando su pecho —Ahora no está Aiko y no está ella, y aún así no puedes venir el día que cumpleaños a visitar su tumba, nunca vienes y yo— sollozo —No puedo seguir aquí, no puedo continuar contigo

—Naruto, dime qué esto es una broma cruel, dime qué no es verdad, dimelo— grito Sasuke tomando sus hombros

—Lo siento Sasuke yo quisiera que también fuera mentira, pero no lo es.



El infierno puede ser dulceDonde viven las historias. Descúbrelo ahora