Capítulo 5

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Takemichi se preguntaba porque la última semana de su vida había sido tan extraña. En primer lugar, Manjiro lo arrastraba durante los recesos para ir a aquel lugar donde estaba su grupo de amigos y lo dejaba ahí, como si nada, mientras él lo observaba pacíficamente desde lejos.

Esta bien, le agradaban todos en ese grupo, en especial los hermanos Shiba y le había agradecido a Yuzuha la ayuda a Hinata. Peleaba un poco con Pha-chin pero, ¡él se lo buscaba cuando quería quitarle parte de sus dulces! Y también se llevaba bien con Angry y Smiley, eran divertidos.

Pero seguía sin ver razones de porqué debería estar ahí. Además que la persona que lo traía —arrastrado desde la parte de atrás de su chaqueta— parecía no tener el mínimo interés en tratar con él. Solo verlo desde lejos.

En segundo lugar de acontecimientos extraños en su semana, era el hecho de que los ojos azul profundo del superior parecían perseguirlo durante la hora de tutoría, ¡los sentía clavados en su nuca y cada vez que volteaba para comprobarlo, el mayor hacía una expresión inocente! ¡cómo si no pasará nada!

Definitivamente no podía entender su forma de pensar.

Y en tercer lugar de acontecimientos extraños, ya ningún matón interfería en sus tutorías y bien, él no era el gran Sherlock Holmes, pero le bastó con preguntarle a Ken y Mitsuya durante uno de los recesos si el "invencible Mikey" estaba relacionado al asunto y ellos fueron honestos al responderle que así era.

El menor agradecía aquella ayuda —ya que realmente algunos de los mayores le golpearon un par de veces— pero no sabía cómo tomarla o si debía mencionarla delante el mayor.

¿Acaso debía expresar un "gracias" o darle algún regalo? Sano era complicado de entender. Parecía que le agradaba su presencia pero, al mismo tiempo, le mantenía lejos.

Hanagaki se sentía confundido al respecto por eso y debido a ello, aunque se dejaba arrastrar dócilmente por el mayor en los recesos, en esta ocasión eligió esconderse en los pasillo para que no lo encontrará.

Nunca pensó que eso le traería consecuencias.

— ¡Oye, Chifuyu! ¡Espera! ¡Que esperes, maldición!

El rubio se detuvo a mitad del pasillo, levanto la cabeza y vio a un molesto chico de ojos verdes caminando en su dirección. Cuando sus miradas conectaron, él quiso seguir de lado, pese a que había reconocido a Matsuno pero el contrario no se lo dejo tan fácil.

¡Takemitchy! Te vienes conmigo —sentenció con vehemencia.

— ¡¿Cómo rayos sabes tú de ese apodo?! —exclamo el de ojos celestes mientras el rubio le tomaba de la mano y se lo llevaba — ¡Oye! ¡Espera...!

El rubio se detuvo al ver los ojos verdes cristalinos, cómo si contuviera las lágrimas y giro la cabeza, para ver hacía Baji que se había quedado de pie en medio del pasillo, viéndolos irse.

Tenía el ceño fruncido en molestia.

Y supo que estaba en problemas.

Y supo que estaba en problemas

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La adolescencia apesta [MiTake]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora