Capítulo 7

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— ¡Chifuyu! ¡Mí brazo se rompe! —se quejo entre lágrimas el rubio — ¡Se rompe!

— ¡Entonces corre más rápido! —demandó el de ojos verdes.

— ¡Chifuyuuuu!

Takemichi reprimió un grito cuando vio que la bestia...es decir, Baji Keisuke, que los perseguía a una extrema velocidad por los pasillos de la escuela. Con sus ojos marrones que parecían querer degollarlo a él —porque no miraba así a la persona causante de su situación— cortarlo en pedacitos pequeños y servirlo en una barra de sushi.

Mierda, apenas conoció a Chifuyu hacía unos días como para dejar que su no-declarado novio lo hiciera picadillo debido a sus celos.

— ¡Corre, compañero, más rápido! —alentó el de ojos verdes tomando su brazo derecho con fuerza — ¡Ya casi nos alcanza!

— ¡No...puedo...más!

El de ojos celestes se cayó cuando doblaron en un pasillo, debido la velocidad a la que iban y el rubio se le quedó viendo desde el otro lado, el azabache mayor llego justo en ese momento, observando a ambos.

Hanagaki se puso de pie lentamente y Matsuno levanto sus manos en señal de defensa pero, a último momento, Baji enfocó su mirada en el primero.

Vaya, al parecer para el mayor era más importante destrozarlo que resolver sus problemas con su no-pareja.

El de ojos verdes miro hacía el rubio, le hizo un saludo militar y hecho a correr apenas el mayor se fue contra él.

— ¡Ahhh, Chifuyu eres un traidor! —reclamó el de ojos celestes.

— ¡Te recordaré por siempre, Takemitchy!

El rubio lloro mientras maldecía a su amigo que lo había dejado abandonado a su suerte, siendo ahora el único que era perseguido por el azabache, no le quedó otra opción que correr con todas sus fuerzas por los pasillos hasta dar con el patio de la escuela y seguir de largo hacia el único lugar seguro que conocía.

Por suerte, la persona que quería estaba justo saliendo de dicho lugar.

— ¡Drake-kun, sálvame!

— ¡¿Qué mierda...?!

El del dragón tatuado sintió a un koala subirse a su pecho y abrazarse a él con todas las fuerzas en su delgado cuerpo. Si se tratara de otra persona, estaría en el más allá dándole una visita a todos sus ancestros pero se trataba del rubio de ojos celestes.

Eso significaba que el que visitará a sus ancestros sería él.

— ¡Draken-kun! ¡Baji-san quiere matarme! ¡Y soy inocente! ¡Inocente! —reclamó lloroso el rubio — ¡Es Chifuyu quien me va a buscar para pasar los recesos juntos, no al revés! ¡Ayúdame!

—Vale, vale. Entendí, ya suelta mí cuello Takemitchy —se separó del menor —Deja de llorar, eres un hombre.

Hanagaki asintió, respiro hondo para calmarse y estaba por esconderse detrás del alto chico, cuando sintió a alguien agarrándole por la cintura y un peso curioso se instaló en su hombro derecho. Pudo sentir también algo suave haciéndole cosquillas en el cuello.

Ken se vió mortalmente pálido.

—Mikey, deja de mirarme así —murmuró el alto joven —Es aterrador.

El menor giro la cabeza para ver al mencionado que era quien lo estaba sosteniendo. Para él, su expresión era normal, pero el del dragón tatuado parecía seguir estando asustado.

—Kenichi, no te ayudaré más a buscar regalos para Emma —declaro el de ojos azules —Baji, Chifuyu debió haber ido a esconderse con Mitsuya. Arreglarse de una puta vez y dejar a Takemitchy en paz.

La adolescencia apesta [MiTake]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora