Capítulo 12.

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Con las manos húmedas y el corazón latiendo ferozmente, Chaeyoung se encontró en la concurrida terminal esperando que más personas descendieran por las escaleras mecánicas. No estaba segura de por qué estaba tan nerviosa en primer lugar, no era como si no conociera al hombre; simplemente no sabía qué esperar ya que habían pasado más de ocho meses desde la última vez que lo vio.

Cuando recibió la llamada de que había completado su mandato en el ejército, estaba emocionada de que quisiera ir a verla, pero no sabía cómo la miraría. Ella había cambiado como persona; quizás para mejor, pero muchas cosas habían cambiado. En realidad, la última vez que la vio ni siquiera podía caminar, y ahora ella estaba caminando de nuevo por si sola, pero con el plus de que estaba viéndose con la viuda de Hae-In y estaba realmente feliz, lo cual no era algo a lo que él estuviera acostumbrado.

Cuanto más tiempo permanecía allí, más ansiosa se ponía, y cuando observó un destello de camuflaje, no pudo evitar el aumento de la emoción abrumadora que sentía cuando su sonrisa aparecía a la vista. Chaeyoung se apresuró entre las personas, y él dejó caer su bolso para atraparla mientras la rubia saltaba a sus brazos y lo abrazaba con fuerza, él también envolvió sus brazos alrededor de ella con la misma fuerza, riéndose de su reacción al verlo.

— Bueno, esa es una buena bienvenida.

Comentó arrastrando su bolso y a Chaeyoung fuera del camino para que otras personas pudieran seguir caminando. Chaeyoung se bajó apoyando los pies en el suelo y se limpió los ojos de todas las lágrimas que no se dio cuenta de que estaba conteniendo hasta que lo vio.

— Sí, te extrañé —, dijo en voz baja. — Después de Hae, eres todo lo que me queda —, agregó mientras él reaccionaba con una sonrisa de lado.

— Bueno, estoy oficialmente de regreso para siempre a menos que decida enlistarme de nuevo, pero no he decidido completamente si lo haré o no —, respondió mientras tomaba su bolso del piso, comenzando a caminar con ella hacia el estacionamiento para subir a la camioneta.

Mientras continuaban caminando por el estacionamiento, Chaeyoung se quedó callada por un momento. — Entonces, ¿qué has estado haciendo aquí? — Jackson preguntó con curiosidad y ella soltó una carcajada.

— Mucho y te lo contaré todo mientras estés aquí — Respondió la rubia encontrando la camioneta. Jackson se detuvo, mirándola fijamente y la señaló con curiosidad.

— Esa es... — Preguntó en voz baja.

Chaeyoung asintió sabiendo exactamente a dónde iba con eso. — Sí, Hae me la dejó en su testamento —, Jackson la miró, sin saber qué decir mientras arrojaba su bolso en la parte de atrás de la camioneta.

— Oye, ¿qué tal si volvemos a tu casa, me cambio y te llevo a tomar una cerveza o dos y me puedes contar todo sobre la vida en Gunpo? — Cambió de tema, Chaeyoung lo miró a los ojos, sonriendo de nuevo, asintiendo con la cabeza ante la idea.

— Siempre sabes el camino a mi corazón Jack —, comentó mientras se subían a la camioneta para regresar a su apartamento.

[....]

Se sentaron en el bar tranquilo en un piso alto en Old Janas, y Jackson se quitó el uniforme por primera vez en lo que parecieron años. Tomó un trago de cerveza y miró a la rubia frente a él con curiosidad. Ella pudo sentir sus ojos sobre ella, lo cual no era algo fuera de lo común; la rubia sabía que él solo estaba tratando de evaluarla; eso era lo que habían aprendido en el ejército, y así era ellos.

— ¿Qué? — Chaeyoung dijo mientras se llevó la botella a los labios y él se inclinó hacia atrás en su silla con los brazos cruzados.

— Pareces diferente — comentó.

Huellas en la arena | ChaesooDonde viven las historias. Descúbrelo ahora