Jungkook, un omega de alto rango, vive la vida que se le devolvió en busca de venganza. Pero en el camino se encuentra con el príncipe heredero, Taehyung, un alpha muy apuesto que llega a interesarse en él a pesar de estar en una relación amorosa co...
Al protagonizar tal escándalo los guardias no dudaron en detener a la beta, lloros los ojos que contemplaban al príncipe con un odio que ardía en llamas tal y como el fuego, así es como los describieron.
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Fue encerrada en su habitación y obligada a permanecer ahí por toda una semana. Los paseos quedaron prohibidos y las sirvientas a cargo de ella fueron despedidas.
Su única visita era Jimin, que con frecuencia iba a burlarse.
-Hola linda, ¿Ya comiste?- Dijo sarcástico.
La pequeña chica lo miró con odio, rodo los ojos y solo ignoró la pregunta.
-¿Qué, estás molesta?- Mofó
-Retírate, se supone que nadie debe entrar aquí salvo el príncipe- Habló desafiante.
-Pero, ¿Por qué creerías que Taehyung vendría a verte?- Sonrió
-Tks, yo solo estoy cumpliendo mi castigo, sugiero que usted deje de fastidiar y haga las cosas que le mandaron a hacer, ¿Qué acaso necesita que le recuerden lo que debe o no de hacer?- Soltó un pequeña sonrisa.
-Bruja tonta, yo no soy tan idiota como para olvidar tales cosas, gracias a tu torpeza, estás cada ves más cerca de tu fin- Se acercó a ella.
-¿D-De qué hablas? Aléjate.- Lo empujó
-Ya quisieras que alguien como yo te haga caso.- Rio con fuerza
-Silencio, ¿A que has venido?- Lo enfrentó
-Por fin.- Se acomodó el cabello.
-¿Por fin, qué?- Habló con molestia
-Taehyung, hablo de él, tu magia barata ya no puede funcionar en él .-
-Imposible, no puede ser, estás mintiendo, ese idiota de Jungkook debió hacerle algo.-
-¿Por qué hablas de Jeon?- Ladeo la cabeza.
-Sabía que ese sucio omega le hizo algo.-
-¿De qué hablas?-
-Ugh, ¿Cómo es que no lo entiendes? Taehyung esta enamorado de él, por eso mi magia ya no funciona.- Chasqueó los labios.
-Buenas noticias entonces- Se burló
-Lárgate- Intentó hechizarlo pero Jimin lo detuvo con su gran espada de plata.
-Podrás tener ese don de la magia, pero a comparación de ti yo solo necesito esto.- Señaló la espada.
-Idiota-
-Nena, no te enfades, después de todo, tu belleza es lo único que nota la gente.-
-No digas estupideces, dime para que has venido hoy aquí- Tomó asiento.
-Si tanto insistes- Guardó su espada. -Taehyung a marcado a ese chico-
La beta se paró de golpe sorprendida por la noticia, ¿Cómo que lo había marcado?, ¿Cómo le hizo Jungkook para engatusarlo en una noche? preguntas como esas solo inundaban más su enfermiza mente.
-Bueno, yo ya me retiro- Dijo el sonriente Jimin
Este salió victorioso de la habitación, camino hasta el pasillo principal para hablar con su buen amigo, pero una persona llamó su atención. Un guapo caballero perseguía al que parecía ser Jeon Jungkook pero, ¿por qué lo estaba persiguiendo?
-Majestad, vuelva a su habitación, el príncipe se molestará conmigo si no esta descansando.- Lo tomó del brazo.
-Min, sabe el respeto que tengo hacia ti y toda la guardia real pero, tengo que ir a casa, eh estado aquí por más de 3 días, mis pares deben de estar preocupados.-
-Lo sé pero.-
-Tus padres ya fueron informados Jeon.- Interrumpió Taehyung quien se encontraba detrás de Min-
-¿Aún no lo entiendes? Hay alguien allá afuera que quiere lastimarte-
-Rayos, esto es indignante.- Se dio media vuelta y se dirigió a su habitación con molestia.
-J..Jungkook, espera.- Lo siguió con rapidez
Min se quedó boquiabierto, ¿Acaso Taehyung acababa de suplicar su presencia?-
-Tal vez deberías acostumbrarte a esto- Comentó Jimin
-¿Qué?- Dirigió su mirada hacia él. -Oh buen día duque Jimin- Reverenció
-Solo llámame Jimin, ¿De acuerdo?- Rió
-Claro- Asintió
-Por si no lo sabes, ese muchacho ya a sido marcado por nuestro queridísimo príncipe.-
-¿Ya a sido marcado?- Preguntó con reiteración y asombro. -Cielos, esto es un problema muy grande.-
-Tú lo has dicho- Sonrió -Bueno, veamos que están haciendo esos dos tortolos ahí dentro.- Habló refiriéndose a la habitación.
Min asintió y pasó a abrir la gran puerta que dividía el pasillo de ambos. Grande fue su sorpresa al ver como Jeon miraba con inferioridad a su majestad, quien estaba de rodillas tratando de que acepte una petición. Que va, ¿Esto era a lo que llamaban amor? No era como lo habían descrito, o solo no imaginó que su príncipe lo tuviera.
-Me harías feliz si tan solo me acompañas hoy en mi despacho.- Recalcó
-Ugh, ¿Vas a seguir con eso?- Tocó su cabeza con molestia. -Okey te acompañaré.- Suspiró rendido
-Muchas gracias Kooki, entonces ¿Podrías darme tu mano?- Sonrió
-M..Majestad, no es necesario que lo escolte, yo puedo hacerlo si gusta.- Interfirió
-No Yoongi, estoy bien así.- Empezó a caminar.
...
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