Capitulo 21

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Uno tras otro, cada golpe estaba siendo detenido ante la agilidad de la pequeña, hasta que una patada se detuvo a unos centímetros de su cara.

-Has mejorado mucho en poco tiempo.-Hope bajo su pie y pudo ver a la pequeña.

-Gracias tía.- Le sonrió, acomodándose para volver a entrenar.

Hope la miro y sintió tristeza, a pesar de que María sonreía, no era la misma hermosa sonrisa que ella conocía, aquella era una sonrisa triste que había visto desde el día en que llego.

-Mejor vamos a comer algo, mañana seguiremos entrenando.

-Esta bien.-Sin decir otra cosa se metió en la casa cargando al señor bigotes que las había visto desde la puerta.

Hope fue con Scott que estaba en la cocina.

-¿Como les fue hoy?.- Pregunto dejando los platos en la mesa.

-Necesita a sus padres.-Ayudo a acomodar la mesa para que comieran.

-Ya hablamos de esto ella no quiere irse.

-Pero Scott aunque no lo quiera es lo que necesita, ya la viste esta muerta por dentro y no quiero que ella viva lo mismo que yo.-Al decir lo ultimo se sintió mal, recordando sus traumas.- Perdón, es solo que ella si puede estar con ellos, yo no pude.

-Tranquila amor, aun no es el momento que se rencuentren es todo, anímate hoy viene Cassi y es posible que ella la pueda animar también.- La abrazo y le beso la frente.- Veras que todo estará bien.

Como era habitual María no salia del cuarto y solo abrazaba al señor bigotes, intentaba no llorar por eso siempre quería estar haciendo algo para mantener su mente ocupada.

Scott toco la puerta de su habitación avisando que ya podía bajar a comer, María beso a señor bigotes y bajo cabizbaja, comió en silencio como ya era común. Tocaron el timbre, Scott abrió la puerta y rio con alegría.

-Cassi, mi hermosa princesa me da gusto verte.-Se escucho desde la puerta y María sintió como se le hizo un nudo en la garganta. Recordó como Steve la abrazaba con sus fuertes brazos y la aventaba por los aires sabiendo que el estaría allí para atraparla.

-¡Hope!.- Cassi había entrado al comedor abrazando a la esposa de su papá.

-Hola hermosa princesa.- Le devolvió el abrazo con cariño.

-Hola María ¿Sigues de vacaciones con mis papis?.- Le pregunto acercándose y sentándose a su lado.

-Si, algo así.- Evitaba ver a su prima.

-¿No van a venir los demás? también los quiero ver, extraño mucho a Peter, me gusta peinarlo y que Harley nos cuente historias de terror y también a Morgan para que seamos las 3 mosqueteras.- Le sonrió dejando ver que aún no le crecían algunos dientes.

-Solo vine yo.- Respondió cortante, sentía que si decía otra palabra lloraría.

-Entonces por el tiempo que te quedes seremos como hermanas.- Sonrió dulcemente, tan tierna como solo ella sabe.

María se mordió el labio para no llorar y sonrió fingiendo estar lo más feliz que pudo.

-Eso suena muy bien Cassi.- Le hablo intentando que su voz no se quebrara.

El resto de la tarde se la pasaron jugando, Cassi se divertido tanto jugando con su prima, a las princesas, a la casita, a los policías y los ladrones, también jugaron con el señor bigotes, hasta que callo la noche. María estaba buscando a su gato para que durmiera con ella, cuando lo encontró subió las escaleras y paso por el cuarto de Cassi donde vio como Scott le hacia trucos de magia, y se hacían bromas sonriendo, vio como su tío miraba a su hija como solo los padres miran a sus hijos con ese amor incondicional y Cassi lo miraba como solo los hijos miran a los padres con esa admiración y cariño infinito. 

Problemas en el Paraiso.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora