Capítulo 8: Eres igual a un animal o una bestia

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Cuando Legosi se dio cuenta de lo que estaba haciendo se alejó rápidamente, el sabía perfectamente que si no se controlaba lo suficiente podría llegar a devorarselo u hacer algo peor.

-¿Que carajo estoy haciendo?- Dijo este frotando sus manos a su rostro -esto no está bien-.

Respiro profundamente y encendió el auto a la dirección marcada por el GPS. Mientras pasaba mas el tiempo el aroma que provenía de Louis lo volvía cada vez más ansioso, el fácilmente podría detener el auto y hacer lo que el quisese al menor y nadie sabría nada ya que los únicos que sabrían de su secreto era el mismo y el inmenso bosque que los rodeaba, pero Legosi se negaba a sus instintos, el sabia que no era un asesino o un violador.

Finalmente había llegado al destino, retiró las llaves del auto y volteó a ver al menor, este todavía seguía plenamente dormido como si fuese un hermoso bebé, Legosi soltó una pequeña sonrisa al ver el estado en el que se encontraba el ciervo. Se acercó a el y con su mano movio levemente su hombro mientras decía su nombre para que despertase.

-¿Eh? ¿En donde estoy?- Pregunto Louis volteando a ver a todos lados.

-Ya estamos en tu casa- Mencionó el Lobo mientras salía del auto y se dirigía para ayudar al menor a bajar.

Cuando Legosi se dio cuenta que Louis apenas y podía caminar decidio agarrar el brazo del ciervo y pasarlo por su cuello para que así tuviera un apoyo para poder caminar, en ese momento ambos cruzaron miradas por unos cuantos segundos, Legosi quedaba fascinado al ver los ojos del contrario y sus delgados labios, era evidente que quería besarlo en ese momento.

Ambos acercaban sus rostros poco a poco hasta el punto de literal sentir la respiración del contrario chocar contra la suya, cuando estaban a escasos centimetros de juntar sus labios derrepente Louis comenzo a vomitar a causa del alcohol que bebio esa misma noche manchando de paso a Legosi.

-Perdoname... ¡wuagh!... No era mi intención... ¡wuagh!...- Hablaba el menor mientras seguía vomitando en repetidas ocasiones.

-No te preocupes por eso, simplemente lo limpio y ya está- Expresó Legosi dandole unos pañuelos para que se limpiara.

-Que vergüenza, te juro que nunca me ha sucedido algo as...- Cuando Louis regresó su mirada a Legosi nunca creyó que lo veria desabrochandose la camisa toda manchada de vomito, la cara del menor estaba demasiado avergonzada pero a la vez sorprendida por tal espectáculo que estaban contemplando sus ojos. No despejaba su miraba ni un segundo del cuerpo tan candente que tenía el mayor, era muy obvio que estaba bien trabajado gracias al gym, sus brazos anchos y fuertes, sus pectorales grandes y firmes y su torso marcado es el cuerpo que para muchos es... perfecto.

-¿Que pasa? ¿Te gusta lo que ves?- Mencionó el Lobo en tono burlón.

Louis no se había percatado que todo este tiempo que estuvo admirando su cuerpo, Legosi estaba mirándolo a el.

-¿Que?... ¿Pero qué dices? S-si solo estaba mirando si manche mucho tu camisa- Exclamó este apartando su mirada de el.

-¡Ja, ja, ja! Yo vi en esos ojos otras cosas que Dios no aprobaría- Dijo el Lobo riendo.

-¿¡Que!? ¡Claro que no! Tu has sido el que ha estado mirándome con otras intenciones, pero sabes que, yo no soy una presa fácil y me se defender de carnívoros como tu, porque es lo ustedes creen, que un simple herbívoro es un ser indefenso, pero yo no soy igual que los demás- Explicó el ciervo mirando de manera desafiante al mayor.

-¡Ja, ja, ja! Vale lo que tu digas pequeñin- Siguió riendo el Lobo.

Louis sentía que su sangre hervia al escuchar el comentario que hizo el contrario, odiaba con toda su alma que lo tratarán como alguien vulnerable, siempre ha tenido tenido la frente en alto ante los carnívoros, tal vez no pueda atacarlos físicamente por su complexión física de herviboro, pero si verbalmente y el haría todo lo posible para que lo respetarán y lo vieran como alguien grande y admirable.

-¡¿Te crees muy gracioso imbecil?!- Louis caminó rápidamente hacia Legosi y sin pensarlo dos veces le un dio un puñetazo en su rostro que lo dejo tirado en el suelo- ¡Vamos levantante! ¡Vuelve a decirme que soy un maldito ciervo!

Legosi no respondió ante la insistencia del menor de que lo golpeara, algo dentro de él le decía que no podía atacar a los herbívoros, al contrario, buscaba protegerlos del peligro que los rodeaba constantemente.

Cuando Louis vio que el mayor se había levantado del suelo sin dificultad alguna y comenzó a acercarse a el fue cuando realmente comenzo a temer por su vida, sabía perfectamente que lo había provocado y que de esta no la iba a poder librar e iba a hacer uno de los cientos de miles de casos de devoramiento de herbívoros.

-¿Q-que estás haciendo?- Decía temeroso el mientras retrocedia -¡Alejate de mi!-.

Legosi no le importó las suplicas del ciervo y se abalanzó hacia el...
Louis creia que estaba muerto, o eso pensaba cuando sintió algo que se aferraba a el, abrió lentamente los ojos y fue cuando sintió un cálido abrazo del Lobo.
Se preguntaba a el mismo "¿Por qué no estoy muerto?" ¿Por qué me está abrazando? ¿Y porqué lo estoy disfrutando?"
Sentir el aroma de su pelaje tan cerca de el lo hacía sentir que todo iba a estar bien y nada malo podría suceder.

-Nunca le haria daño a alguien como tu- Le decía al oido del ciervo con una voz que demostraba confianza y seguridad.

Para Louis este momento era algo incómodo, hace un par de segundos lo golpeó y ahora lo esta ¿abrazando?. "Esto es demasiado extraño" se decía a el mismo, dudaba mucho si corresponder el abrazo o no, esto era algo nuevo para el y no dejaría que jugarán con el de esta forma.

Paso sus delgadas manos por la espalda desnuda del mayor hasta juntar ambas, podia sentir su suave pelaje cubrir sus palmas y dedos y alguna losion que deleitaba sus fosas nasales.

-Gracias por corresponder a mi abrazo Louis- Cuchicheo el Lobo en el hombro del menor.

Se quedaron en esa posición algunos segundos y cuando finalmente decidieron separarse Louis se percató que la nariz del contrario comenzaba a sangrar.

-¡Oh! Espera, estás sangrando de la nariz, dejame ayudarte- Exclamó este sacando el pañuelo de su sacó y rápidamente poniéndoselo donde provenia ese líquido carmesí.

Legosi comenzó a reír por la acción del otro, era la primera vez que alguien le limpiaba su sangre y por ende le causaba un leve cosquilleo a su nariz.

-Creo que ya esta- Mencionó el menor retirando cuidadosamente sus manos del rostro de Legosi. Este al ver como las quitaba nuevamente las sujeto y dijo: "Dame tus manos, quiero mostrarte que hay alguien en esta vida que no te soltara"...




UnderWater  / Legosi & LouisDonde viven las historias. Descúbrelo ahora