Esa mañana todos parecían con un mejor humor. Lo único que hacía falta eran un par de horas de sueño para ver las cosas diferentes.
Alex miró a Sam de reojo, no sabía bien porque pero había algo raro en ella. Estaba muy callada. Algo completamente sospechoso teniendo en cuenta que ella hablaba bastante ya que estaba en confianza.
Negó ligeramente con la cabeza y decidió que no era nada, en su lugar apagó el resto de cenizas que había sobrado de la fogata de la noche anterior.
-Bien, necesitamos suministros, de modo que tengo un plan. He vigilado un poco y hay un granero abandonado bastante cerca, necesito que ustedes 2 se escondan hasta bien entrada la noche...-Comenzó a explicar Max, pero fue interrumpido por Alex
-¿Y tu que harás entonces?
-Iré al pueblo a conseguir comida.
Alex alzó las cejas significativamente, aquello no sonaba bien para él.
-¿Por qué?
Max rió.
-¿No has visto sus ropas? Se verán como bichos llamativos si alguno de ustedes intenta ir al pueblo.
Para Sam tenía sentido. No sabía muy bien que encontrarían en un pueblo, pero apostaba a que no serían jeans y ni soñar con unos adidas...
-Así que les dejaré a mi caballo. Necesito que avancen en el sendero. Hay un granero abandonado. Pueden ocultarse ahí.
-¿Estas seguro?- Inquirió Sam
-Seguro. He estado ahí. Estarán a salvo
Max rápidamente empacó solo lo necesario y tomó su yegua para partir. No dio muchas instrucciones salvo mantenerse ocultos y cuidar del caballo, lo que para Alex fue como una insinuación de amenaza.
Antes de partir se acercó a Sam le dio una sonrisa inspiradora y le deseó suerte. Ella no entendió por que hacía eso.
Pero apenas desapareció Max entre los árboles frondosos supo que todo era parte del plan, la había dejado a solas con Alex.
***
Alex no dijo ni una palabra mientras seguían un pequeño camino que según las instrucciones les llevaría al granero.
No le hacía gracia tener que seguir las ordenes de Max, pero por otro lado, era mejor tener el día libre, sin escucharlo, sin mirarlo coquetear con Sam. Era casi como al inicio, cuando solo estaban ellos 2.
Pero no, se sentía tan diferente del día que conoció a Sam. Muchas cosas habían cambiado desde entonces.
El granero era una vieja construcción de madera, abandonada y llena de heno, pero sin ningún animal alrededor. Alex quitó la pesada tranca de madera que cerraba la puerta.
Se sintió muy nervioso cuando entraron. Era bastante temprano y no había muchas cosas por hacer. Se tomó su tiempo para quitarle las bridas y la silla al caballo y lo dejó pastar.
Sam estaba completamente hecha un desastre. No sabía que decir a Alex. Incluso sentía que chorros de sudor escurrían de sus manos.
Ambos se sentaron en unas pacas de heno sin decir una palabra.
-Sam, solo quiero decirte que ...lo siento- Había algo que lo había obligado a decir eso, quizá era el hecho de saber que probablmente no volverían a tener un momento solos.
Sam lo miró pero no dijo nada, ella estaba confundida.
-Ya sabes...por portarme como un imbécil. –Continuó Alex
Unos segundo interminables de silencio.
-Yo también lo siento. Por exagerar un poco las cosas.
Una disculpa era un gran paso, pero eso no recuperaba lo que tenían antes. Aquel beso se sentía tan lejano, como parte de un sueño.
Alex sintió una verdadera frustración en todo su cuerpo. Quería con ansias acercarse a ella y besarla. Pero ya había sido muy idiota por hacerlo la primera vez.
Un largo rato de silencio y Alex decidió que al menos podría intentar ser como un amigo para ella.
-¿Entonces tú y Max tienen algo?-
-¿Queé?- Sam no puedo estar mas sorprendida. 5 minutos atrás le pedía disculpas y ahora insinuaba que tenía algo con Max.
-¡¿Con Max?¡ ¡Por Dios! ¿¡Quién crees que soy?¡ -Estaba gritando y no merecía nada menos. Definitivamente no podía creerlo.
-Sam, tranquila.
-¡No puedo! Insinúas que solo unos días después de besarte me estoy enrollando con Max!
-Sam! Pues eso parece! ¡¿Has visto como coquetean?¡ ¡¿Cómo te mira!?- Ahora Alex también estaba gritando. No entendía la reacción de ella.
-¡Eres un idiota! Y obviamente no me conoces!- Podía sentir el calor invadir su cuerpo
-No te conozco.-Admitió él un tono de voz tan tranquilo que era 10 veces peor que si gritara.
-No. Yo nunca te hubiera besado si no hubiera sentido algo por ti.-Para ese punto Sam no pudo contener más las lágrimas y las pequeñas gotas cristalinas se resbalaron por sus mejillas.
He vuelto, y por favor no me maten! :c
Yo los amo, y promento que habrá actualizaciones.
No se olviden de votar y comentar ;) A todos (Alex, Sam, Max y a mí) nos inspira muchos.
Besos.
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Atrapados
FantasíaHabía una vez; Una chica. Un chico. & Un libro. [...] -¿Y quién eras Sam? -Era Samara Setién. La chica de tu película favorita. -Ah, si?- Preguntó Alex con una insinuación de sonrisa -Si. La chica que llenaba los espacios vacios, Era la doble que n...