VIII.- Secuestro

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Sam caminó silenciosamente en busca de un arroyo, un estanque o cualquier fuente de agua, pero el paisaje seguía siendo el mismo.

Desesperanzada se detuvo un momento, tenía que regresar con Alex, le había prometido volver pronto. Y algo le decía que estaría muy enfadado si no se daba prisa.

De momento se detuvo, el silencio -al que se había acostumbrado- fue interrumpido.  Un constante golpeteo, como los cascos de un caballo fue haciéndose cada vez más fuerte, más cercano.

¿Ahora que?

Aún no estaba segura que emoción la invadía más, cuando de la espesura del bosque surgieron un caballo negro y su jinete, con una capa negra ondeante.

Pudo haber pensado en algo como El Jinete Sin Cabeza, excepto por que sí tenía cabeza. Y aunque no estuviera degollado el miedo la dejó incapaz de hacer nada para salir de ahí.

Apenas distinguió unos ojos verdes. Demasiado verdes.

Y entonces todo pasó muy rápido.

Un golpe y un rayo de luz demasiada intensa.

Acabó siendo rodeada por una cuerda que la dejaba completamente inmóvil desde los hombros hasta las rodillas.

Y no lo supo hasta que despertó de su inconsciencia, a lomos del mismo caballo que había visto acercarse con su jinete. Estaba en una posición muy incómoda, atravesada en la montura boca abajo, con el jinete sentado atrás. El continuo golpeteo estaba lastimándole las costillas y le costaba respirar.

Aún en la bruma de un sueño hiló dos pensamientos.

¡Alex!  ¡Ayuda!

No lo podía creer, estaba siendo secuestrada, y al mismo tiempo estaba dejando a Alex solo, y mal herido.

Necesitaba escapar. Necesitaba regresar con él.

Se movió con las pocas fuerzas que le quedaban, intentando zafarse de los amarres, pero no fue suficiente, y nuevamente, algo la golpeó. Y la absorbió una oscuridad indescriptible.

**

Hoooola! ¿Sabes que me haría muy feliz?

Un comentario o un voto :3

Porfavor ;) Muchos saludos de parte de Sam y Alex ;)

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