Capítulo XXI Hombres que aman a los traseros bonitos

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Capítulo XXI

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Capítulo XXI

Hombres que aman a los traseros bonitos

Mi mamá andaba de un humor de los mil demonios. Causa: no pudo dormir bien la noche anterior. Pero nosotros qué culpa tenemos, le dijimos. Así que yo no quise acompañarlos al centro de Veracruz a realizar las compras y le cedí el lugar a mi papá para que aprovechara y consiguiera algunos accesorios para su computadora, supliéndolo para abrir la clínica veterinaria. Como faltaba una hora para que partieran al centro, Noelia me acompañó para estar conmigo un rato. Yo estaba emocionada porque, aunque José Emilio no me había asegurado nada, cabía la posibilidad de que se presentara a laborar un rato.

Marite en el país de las mafiasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora