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Nuevo día en cul- de- sac.

Los pájaros de aquel árbol cantaban cerca de aquella casa tan solitaria como cada día, semana, o hasta meses, a excepción de una pobre alma en pena que seguía viviendo allí.

Aun con ojeras, decide levantarse antes que su alarma que daría en pocos minutos las 6 de la mañana. Bastante temprano, este pequeño no tan pequeño ser se levantaba para terminar un proyecto en el que trabajaba y ocultaba ante los ojos preocupados de sus amigos y de algunos curiosos molestosos que, sinceramente, daba ganar de lanzarlos por la ventana.

Prosiguiendo con su horario, aquel muchacho de unos dieciséis años se bañó y cambio en un santiamén: luego, hacia su desayuno como de costumbre, solo. Sus padres no estaban las veinticuatro horas del día por los esfuerzos en sus trabajos, y de cierta manera, confiaban en su hijo al dejarlo solo cuidando de el mismo, ya que lo conocían bastante para saber que no se metería en problemas, ni, aunque le pagaras.

Al terminar, se sienta en la mesa tranquilamente digiriendo los preciados alimentos de una forma balanceada, mientras pensaba en como seguir su proyecto. En eso, un estruendo se escucha a las afueras de su casa, asustándolo en el trayecto.

PUM la puerta se abre de un golpe mostrando a los dos mejores amigos de aquel muchacho un poco enojados, bueno, uno lo estaba, ya que el otro estaba más concentrado en terminar su quesadilla de forma lenta para disfrutar el sabor, que metido en esta situación.

El dueño de la casa mira confundido a sus dos inesperados invitados quienes, a tan tempranas horas de la mañana, se encontraban en su domicilio, aunque la tranquilidad durara poco.

̶  ¡Cabeza de calcetín!  ̶  grita el más pequeño ̶   ¿Cómo te atreves a dejarnos solos el día de películas que teníamos planeado el día de ayer? ¡nos abandonaste!

Ok, parece que exagero un poco en obsesionarse demasiado con su proyecto, había olvidado por completo su salida con sus amigos ¿Qué escusa tendría ahora?

̶  c-caballeros, primero que nada buenos días  ̶  saludaba sonriendo nervioso con su mano ̶ y segundo, estaba un poco ocupado con unas...cosas y olvide por completo nuestro compromiso ¡p-pero juro compensarlo!

Eddy lo mira confundido, hacía mucho que no veía a su amigo nervioso y ocupado con algo, esto solo hacia levantar más las sospechas que estaba ocultado algo realmente grande y misterioso.

̶  Doble D, no pudimos verte el día de ayer con nosotros ¡yo y Eddy nos pusimos muy tristes de que no vinieras! ̶  hablo ahora Ed, el grandulón que ya había terminado su quesadilla y había expresado su tristeza.

̶  Lo se Grandulón, mis más sinceras disculpas por eso , pero realmente estaba ocupado, juro compensárselos chicos yo  ̶  esta vez fue interrumpido por Eddy.

̶  ¡Basta de tus escusas Doble D! no me levante temprano para nada, así que nos dirás ¡que es lo que nos escondes! ̶

El más pequeño de los Ed's fue directo al punto, hasta hace unas semanas había visto a su amigo más raro de lo normal, además de las ojeras y sin prestar atención a las clases que disfrutaba anteriormente el nerd, este estaba bastante distraído ante las ideas que proporcionaba Eddy para las estafas próximas, sin mencionar que Ed no le prestaba la más mínima atención.

En cambio, el chico de gorra estaba bastante nervioso y tratando de decidir qué era lo mejor, o si Valía la pena decirles. Él ya había sido testigo de cómo sus amigos se burlaban de algunos de sus inventos y hasta habían jugado con estos, pero también habían sido tolerantes con él , además de ser sus amigos de confianza, no podía dejarlos con la duda y seguir inventando excusas para justificar su comportamiento ¿o sí?

Después de un pequeño incomodo silencio, el interrogado suspira y se levanta de la mesa recogiendo los servicios usados y se dirige a sus amigos.

̶  Está bien, no me queda más remedio que justificar de manera correcta mi comportamiento, solo les pido que esta vez no se burlen de lo que voy a decirles ¿entendido? ̶

̶  ¡Entendido capitán Doble D! ̶  respondió Ed con un saludo militar bastante gracioso.

̶  Solo suelta la sopa , ¿Qué nos has estado ocultando Doble D? ̶

El de gorra estaba a punto de hablar, pero el grandulón Ed grita un poco alarmado.

̶  ¡Se nos está haciendo tarde para la escuela chicos! ̶ sin más alzo a ambos cargándolos para salir corriendo del hogar del de gorra, no sin antes recoger las respectivas mochilas de sus amigos ̶  ¡si no llegamos temprano Sarah le dirá a mamá y me volverán a castigar! ̶

Sin un solo comentario Ed siguió su camino con ambos chicos apresurándose para llegar temprano, además de que Eddy no se quedara de brazos cruzados para saber que oculta su amigo y lo ha tenido tan ocupado.

Justamente un rugido se hace presente a lo lejos, un rugido de motocicleta que paro en seco al presenciar como los Ed's salían disparados en dirección de la escuela. Sin intención de bajarse, el dueño de aquel vehículo se quita el casco contemplando por un momento al más nerd del trio de amigos.

Con el cabello anaranjado ligeramente despeinado y sus ojos verdes un poco distorsionados por la luz, Kevin había presenciado la pequeña discusión del trio de tontos, como solía llamarlos, ya que al vivir al frente del de gorra hacia un poco más frecuente sus encuentros hacia la escuela.

El también un poco confundido por el comportamiento del azabache, quería saber que era lo que ocultaba, una vez lo había visto entrar a su cochera con una mirada sospechosa. Aunque también se encontraba ligeramente preocupado por el aspecto de doble D.

̶  Tsk tontos..̶  fue lo único que pudo decir para volver a ponerse el casco y seguir su camino.

Travelledd -Kevedd-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora