●Capítulo 2:

19.7K 276 0
                                    

Lea chilló cuando Nick tocó uno de sus pechos.

-Por favor, tío.- pidió con un hilo de voz. Quería llorar. -basta, esto está mal...

-Lo lamento, pero ya no... ya no puedo detenerme.

Y la besó, con necesidad... necesidad de querer sentirla suya. Lea intentó apartarse una vez más, renegando y no correspondiéndole el beso. Pero él tenía más fuerza, y la tomo de las mejillas, forcejeando con meter su lengua entre sus dientes para explorar cada centímetro cuadrado de su sabrosa boca. Lea lo empujó, esta vez con más fuerza y le dio una bofetada haciendo que la cara de Nick se volteara y cayera al piso.

Corrió pero Nick la tomo por el tobillo, haciendo que se tropezara y cayera junto a él, golpeándose fuertemente el pecho. Lea jadeó en busca de aire. Nick se acercó a ella, tomándola de sus muñecas, para asegurarse de que no intentara escaparse de nuevo.

-No vuelvas a hacer eso, o tendré que castigarte.- hizo una pausa. Luego sonrío. -otra vez...

-¡Suéltame!

-Mmh... me pones cuando te cabreas.- gruño.

Lea gimió cuando Nick se colocó encima de ella, aplastando sus pechos con la dura pared de su torso.

-Eso es, justo así... me encanta cuando gimes, y más aún si es mi nombre.

Lea abrió los ojos a tope, pero se sorprendió aún más cuando sintió que su coño respondía a sus palabras. Palpitaba.

-Nick...- gimió.

Nick jadeó. Dios, como le gustaba oír su nombre desde sus labios. Era como si no tuviesen una relación de tío a sobrina, y eso lo excitaba aún más. Estaba empalmado, empalmadísimo. Y muy caliente. Su sobrina lo ponía a cien.

-No, tío, detente.- suplicó cuando sintió las manos calientes de su tío correrle por sus muslos, hasta llegar a su trasero. Tenía miedo, dios. ¡Era su tío! No tendría sexo con él... ¿O sí? -papá y Mia se enteraran, y luego...- cortó la frase, imaginándose lo peor. ¿Qué pasaría si su papá se llegara a enterar que tendría sexo con Nick? Probablemente los mataría a los dos.

-Shhh, tranquila. Ellos están a cientos de kilómetros, no tienes de qué preocuparte.- murmuró con la voz áspera. -esto queda entre nosotros dos... de tío a sobrina.

Un tío sucioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora