A pesar de aquella noche haber logrado hacer feliz a su abuelita, los siguientes días al llegar la hora de dormir, Paquito no podía aclarar su mente de aquella nube de ideas tan escalofriantes, todos sus sueños, metas y preocupaciones lo invadían
- ¿Y si mi abuelita muere?, ¿Que va a pasar después?, ¿Se quedara dormida por mucho tiempo como mi abuelo Enrique?, ¿Será esto muy grave?, ¿Mi familia decaerá?, ¿Todo se vendrá abajo?
Rondaba todo lo que investigó, no podía creer que cosas así formaran parte del ciclo de la vida. Su confusión era tan grande que le daba miedo imaginar, no quería pensar en eso, pero por otro lado tenía una enorme curiosidad por saber que significaba morir y lo que pasaba después.
De pronto, al quedar dormido, la habitación se tornó fría combinada con un rayito muy tenue de luz , al pie de su cama se presentó una figura conocida junto con un aroma que hacía varios años que no olía pero sin duda alguna reconocía.
Se trataba de un hombre alto, delgado, ya entrado en años que poco a poco se acercaba a él, Paco quedó anonadado al reconocer a dicho hombre, pues era su abuelo Enrique, quien habría dormido ya hace seis años, o al menos, esa era la historia que conocía el pequeño...¡Papá Enrique! - Exclamó el pequeño- ¿Cómo estás? hacía mucho que no te veía, mi papá me dijo que te habías quedado dormido cuando tenía 5 años, él cree que no me acuerdo de tí, pero sí, recuerdo cuando jugabas conmigo. ¿Tú te acuerdas?
Claro que sí, hijo. Siempre corriendo por toda la casa, y yo intentando alcanzarte. - Contestó riendo Enrique-
¿Qué haces aquí, Papá Enrique?
Un pajarito me dijo - comenzó a explicar, mientras se sentaba en la cama junto a Paco- que has estado haciendo cuentas, y que te preocupa el futuro con nuestra familia.
¡Si! Cuando crezca quiero comprar una casa muuuy grande para vivir con toda mi familia, pero últimamente mi tita no es la misma, está cansada todo el tiempo, y tengo miedo que se vaya igual que tu te fuiste- Contestó Paco con ganas de llorar-.Aquel hombre limpió las lágrimas en los ojos de Paco y se dispuso a hablar con él acerca de la razón por la que se había ido.
Paquito, -dijo el abuelo Enrique- a veces nuestro cuerpo se cansa de trabajar, y cuando eso pasa morimos, así nuestro cuerpo descansa
Pero, ¿por qué ya no regresan cuando ya descansaron?
Porque el cuerpo deja de funcionar, y no hay forma de encenderlo de nuevo.
¿Entonces ya no vuelven con nosotros? ¿Por qué tú si estás aquí?-Cuestionó Paco con sincera confusión-
Si, nos vamos, pero no por completo. Nuestras tradiciones nos mantienen cerca de ustedes
No lo entiendo ¿Qué quieres decir? -Respondió Paco con un nudo en la garganta-
La abuela necesita irse, todos en algún momento nos tendremos que ir, eso no significa que la vas a olvidar. Vivirá en ti, en tus recuerdos, en el olor de tu comida favorita, cuando leas sus libros favoritos, la llevarás en mente y corazón.
¡Eso no puede ser cierto! ¿quieres decir que dormirá? ¿cómo tú? -Preguntó Paco muy asustado-
No, no dormirá, es un proceso que entenderás en cierto tiempo.En ese momento una sensación extraña, comenzó a recorrer el cuerpo de Paco, simplemente su mente comenzó a llenarse de nostalgia y de sentimientos que lo hicieron estallar en llanto. Al momento de abrir los ojos, la figura de aquel hombre desapareció lentamente dejando un sentimiento de vacío y confusión.
Todo parecía ser parte de un sueño. Sin embargo, desde ese momento todo figuraba inquietud para aquel curioso niño, no paraba de preguntarse si la abuela, o cualquiera de su familia moriría, investigaba situaciones desconocidas para él, que le causaban aún más confusión.
A la mañana siguiente Paco salió un poco más tranquilo, a un día normal en la escuela.
En su casa las cosas no marchaban muy bien, los padres de Paco llamaron al doctor del pueblo, la abuela parecía no mejorar.-¿Te sientes bien mamá?- Preguntó Mónica
-Solo quiero que le expliques a Paco cuánto lo quiero, que siempre estaré con él, cada que me busque en sus pensamientos yo volveré en sus recuerdos- dijo entre susurros la abuelita- No le mientan, es un niño pero necesita entender lo que siente
-No digas eso mami, tú vas a estar bien
-Los amo, pero siento que ya no puedo más- pudo pronunciar con su último aliento aquella ancianita.
Sus ojos se cerraron, su respiración se fue perdiendo lentamente entre el sonido del viento, la calidez de esa casa se convirtió en un escalofrío inmediato.¡Mamá, mamá! - Gritaba Monica entre llantos y angustia -
Pero la vida de su madre se había ido en suspiro. Su esposo le dio un abrazo junto con Lili, lloraron juntos y aunque Tita ya no estaba, se sentía su abrazo cálido también
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MÁS ALLÁ DEL CAMPO DE FLORES
SpiritualEsta es una historia de nostalgia, que te ayudará a entender un poco sobre el entendimiento de la muerte en niños y adolescentes...