Días después, al llegar el amanecer, la mamá de Paco se encontraba en la habitación de la abuelita, mientras la recordaba con nostalgia logró mirar de reojo encima de la mecedora una hoja de cuaderno mal cortada, doblada en partes casi iguales. Al abrirla, se encontró con algo que la dejaría impresionada:
PARA MI TITA:
Tita, ahora sé que no estás aquí, no sabes lo mucho que te extrañamos, ¿Sabes? el abuelo me lo dijo, me dijo que tu cuerpo se cansó, ¿pero porque te cansaste?
Cuando supe que no estarías más, mi corazón sintió un hueco, ese día no podía pensar más que en las veces que te abracé, te miro sentadita en tu mecedora riéndote e iluminando mi vida con todos los te quiero que tuviste para mi.
A veces tengo la esperanza de que regreses abuelita, de comprarte tu mecedora nueva cuando crezca, pero mi mami me dijo que eso ya no podrá ser, que tenemos que seguir.
Aún no entiendo lo que es seguir sin ti, porque extraño tu compañía, mi hermanita llora por tí, y yo aún me siento triste, porque quisiera verte y poder contarte todo, eres mi mejor amiga y no puedo aceptar que no te volveré a ver, tengo mucho miedo de olvidar tu carita, tu olor y tu voz. Sé que vives en mi corazón, porque cada vez que veo a mi mamá recuerdo todas las historias que me contaste, a veces se sienta a contarme historias sobre tí, lo que más deseo en el mundo es que tú tampoco te olvides de mi.
Te recuerdo en verano porque era nuestra época favorita, te recuerdo en mi pan favorito porque lo solías hacerme, tengo muchos momentos para recordarte abuelita y se que aunque no vuelvas, en mi mente y corazón siempre estarás presente.Te quiere, Paco.
Han pasado varios años entre primaveras e inviernos, Paco ya no es aquel niño, crecido y ha cumplido cada una de sus metas, es la alegría de su familia y aún guarda el recuerdo de sus abuelos con mucho cariño, ha comprendido el significado de la muerte y que lo único que nos separa de ella es el tiempo, además, que existe una manera de inmortalizar a las personas que se van, en nuestro corazón, guardados en un rinconcito muy especial.
Ha comprado la casa que les prometió, pero su anterior casa aún no ha quedado olvidada, en aquel lugar en el que hace algunos años solía sentarse con su abuelita, creó un acto de amor inolvidable, un altar lleno de flores y fotos que reviven su infancia y el olor de cada uno de sus abuelos. De vez en cuando los visita en el panteón y habla con ellos, pues guarda la esperanza de que aún lo escuchen, desde el lugar que se encuentren.
Paco, ahora le cuenta a sus hijos las historias que le solía contar su abuelita mientras su madre lo mira sentada en aquella mecedora que hace tantos años prometió comprar durante un sueño de la niñez, espera que sus hijos cuenten las mismas historias a sus hijos, pues quiere que todos sepan que su familia está llena de amor y que, aunque las personas que tanto quería ya no estén, siempre van a vivir en todos esos recuerdos....
Fin.
YOU ARE READING
MÁS ALLÁ DEL CAMPO DE FLORES
SpiritualEsta es una historia de nostalgia, que te ayudará a entender un poco sobre el entendimiento de la muerte en niños y adolescentes...