"Enamorándome de un muerto"

*Capitulo 2*

Tome su mano y me di cuenta de que estaba muy fría, me ayudo a levantarme y lo mire algo extrañada ya que sus ojos aparte de ser lindos eran algo raro. –Gracias por ayudarme…-Le dije mientras en mi rostro se formaba una pequeña sonrisa –No es nada  ¿Vas al colegio que esta acá a una cuadra, verdad? Vamos juntos, si quieres, claro- Al escuchar sus palabras no pude evitar sonreír de oreja a oreja como una idiota y por supuesto que le dije que si, en el camino fue contándome que él no era de acá y que se había mudado, me lo suponía ya que nunca lo había visto por aquí.

Al llegar al colegio me saludo y se fue a su curso, mientras caminaba hacía mi aula iba pensando en él, su sonrisa, su cabello, su forma de hablar y eso… -Ashley!- Escuche un grito que me saco enseguida de mis pensamientos, una de las amigas de Anna se me acerco y mientras me miraba muy nerviosa comenzó a preguntarme cosas como si esta mañana vi a Anna pero siempre la respuesta era no. -¿Anoche no te llamo?- Me pregunto muy extrañada –No, hoy la fui a esperar a la esquina para venir pero no apareció así que me vine sola ¿Por qué me preguntas todo esto?- Levante una ceja al ver que ella se iba corriendo al patio sin responderme –Loca- Me dije a mi misma y seguí caminando, entre al curso y todos me miraron como si hubiese matado a alguien, como siempre. Me senté en el último banco de la fila de la izquierda mientras miraba hacía el pizarrón.

-Saquen una hoja y guarden las carpetas- ¡Joder! Había olvidado por completo que tendríamos prueba, lo único que me quedaba por hacer era ver si me acordaba de algo y mandarle eso. Me entrego la hoja y no entendía nada, así que se la devolví enseguida diciéndole que no había estudiado, quede para el culo ya que era su alumna favorita.

Toco el timbre para irnos y me fui directo hacía la casa de Anna, cuando llegue me encontré con una sorpresa de las que ni me imaginaba. Estaba rodeada de policías y había una ambulancia así que decidí correr hasta allí para fijarme de que este bien, pero para el colmo, llegue tarde, había muerto. Volví a casa con una depresión que me mataba y tire todo lo que tenía a mi alcance, me ahogaba con mis propias lagrimas mientras gritaba, quería saber a fondo que había pasado pero a la vez quería morir para poder estar con ella, en ese preciso momento me di cuenta de que estaba sola. Fui hasta el baño y me lave la cara intentado calmarme mientras pensaba en que hacer, corrí a mi habitación mientras sostenía una navaja en mi mano –Volvamos a nuestros tiempos, amiga.- Comencé a llorar e hice un corte pero un golpe en mi puerta hizo que pare.

Fui a la puerta y la abrí muy enojada -¿Qué mierda quier…- Me quedé callada al ver que era el chico de esta mañana. –Me enteré de lo que paso, lo lamento mucho. Vivo aquí a 2 cuadras y quise venir a ver como estabas- Miro hacía mi brazo y lo tomo mirándome con una cara muy triste, lo invite a pasar y me curo el corte haciendo que pare de sangrar. –Y… ¿Por qué querías ver cómo estoy?- Lo mire extrañada mientras nos sentábamos en el sofá –Porque sabría que algo así harías- Tomo mi mano y me acercó un poco más a él y en unos segundos ya estábamos besándonos, era tan lindo sentir sus labios aunque estaban algo fríos pero lo ignore, levante un poco su remera y vi varías cicatrices -¿Q-Que te paso?- Me beso y susurro en mi oído –Son de cuando era pequeño, era un completo desastre- Volví a besarlo mientras pensaba que el susurro de el me recordaba al de la mañana. Cerré mis ojos unos segundos y cuando volví a abrirlos note que sus ojos estaban completamente negros y tenía una sonrisa con dientes muy afilados que hicieron que me estremezca del susto, lo mire fijo paralizada del miedo y pude soltar unas palabras muy bajas -¿Qué mierda eres?- Me dio un beso en la mejilla, se acercó a la puerta y mientras la abría me miro fijo –Recuerda el juego.- En cuanto dijo eso, desapareció cerrando la puerta muy fuerte, comencé a llorar ya que había sido mucho en un día, me acosté y me quede pensando en todo lo que paso hasta que logré dormirme.