Cerró muy fuerte sus ojos, no dolía tanto gracias al lubricante natural, pero se sentía raro, muy raro. Todo su cuerpo estaba tenso, saboreó el sabor metálico de su sangre que brotaba de su labio inferior debido a que lo mordía.
"Bebé debes relajarte". Susurró el mayor en su oído. "¿Te estoy lastimando mucho?... Puedo salir-". El omega lo interrumpió.
"No... E-Estoy bien... Solo... Se siente raro...".
MingHao sonrió levemente y para distraerlo lo besó, el menor jadeó cuando la lengua ajena pasó por la pequeña herida de su labio. Gimió sobre su boca cuando el delta comenzó a moverse lentamente, salió y volvió a entrar.
"Oh, dios". Suspiró, eso se había sentido muy bien. "Más~"
El pelinegro, que hasta ahora trataba de controlarse pues SeokMin era realmente estrecho, bajó sus manos hasta el trasero del menor, estrujándolo a su antojo mientras iba aumentando la velocidad poco a poco.
"Joder SeokMin~". Jadeó ocultando su rostro en el cuello ajeno, aspirando el dulce aroma de la vainilla que tanto amaba, comenzó a besarlo atreviéndose a morderlo, succionando de su piel dejando marcas rojas que pronto se tornarían un poco moradas y que tardarían en desaparecer.
"Mmm~". SeokMin enredó sus dedos en los cabellos de MingHao. "Más rápido hyung~ quiero más~". Suplicó moviendo más sus caderas contra las del mayor en busca de más contacto. Pasó sus manos por toda la espalda de su delta, arañándola un poco en el trayecto, algo que prendió más a Kim a parte los gemidos casi agudos del omega lo estaban volviendo loco.
"SeokMin~". Realmente luchaba por controlarse.
"No te contengas delta estúpido".
Ya está, con eso bastó, eso era lo único que quería el mayor, quien alzó su rostro para mirarlo con una sonrisa sensual. Subió hasta los labios de SeokMin.
"Realmente recordarás esto SeokMin". El mencionado tembló un poco asustado pero excitado más que nada. Sus caderas fueron tomadas con posesión, gimió cuando MingHao salió y entró por completo sin ningún cuidado.
"Mierda~ si~". Arqueó su espalda cuando el mayor repitió la acción una y otra vez, más rápido y más fuerte cada vez.
Sus gemidos fueron callados por la lengua del pelinegro quien solo abusaba de la boca de SeokMin. Las manos del omega rasguñaron su espalda, marcas que también tardarían en desaparecer. La fuerza de las embestidas eran tan fuertes que incluso la cama se movía en sincronía.
SeokMin se sentía en el cielo, hace mucho dejó de importarle ser un mar de gemidos, dejó de importarle en dónde estaba, dejó de importarle todo. Ahora solo pensaba en su hermoso delta quien se encargaba de llevarlo al paraíso.
Su abdomen bajo se contrajo en su interior por lo que llevó sus labios al hombro de MingHao y lo mordió con fuerza al llegar al orgasmo, sus uñas también se clavaron en la espalda ajena.
Se dejó caer por completo en el colchón cerrando sus ojos poco a poco, sintiéndose tan cansado de repente, estaba exhausto.
Abrió lentamente los ojos, al parecer estaba amaneciendo por lo que pudo ver a través de la ventana ahí cerca. Se extrañó un poco, que él recordara su habitación no tenía una ventana en ese lugar. En fin, se sentía con sueño aun, así que se giró en la cama para volver a dormir pero se encontró con el rostro de MingHao, abrió mucho los ojos. Oh... Cierto. Ya recordaba, la sonrisa burlona del mayor le confirmó todo.
"Hola lindo". El omega se sonrojó y se ocultó en el pecho del delta.
"¿Qué hora es?".
"Son las 6:00 a.m.". Respondió el mayor acariciando su espalda.
Maldición. Pensó SeokMin, ni de broma podía regresar a su casa en ese momento, no tenía caso. Bueno... No es como si hubiera hecho algo malo, ¿cierto?... Si... Eso es... No hice nada malo, SoonYoung ya lo hizo, los demás omegas que conozco también lo han hecho... Mis hermanos igual... Así que no tengo por qué sentirme mal... Aish. Frunció el ceño por sus pensamientos los cuales fueron interrumpidos por la voz de MingHao.
"Esta bien, bebé". Susurró contra sus cabellos. "Todo esta bien...". SeokMin sonrió, las palabras del delta le daban tranquilidad y seguridad. Abrazó el torso desnudo del mayor, hundiendo su rostro en el cuello relajándose con el aroma a café amargo .
Recorrió con sus manos el marcado abdomen de MingHao mientras su vista pasaba por el hombro del pelinegro, se sonrojó de golpe.
"Yo? Yo... Hice...?". Miró avergonzado la mordida en su hombro. "Lo siento, yo no-".
"No te preocupes... Yo soy el que debería disculparse...".
"¿De qué hablas?".
"Fui muy brusco contigo...". Se sentó en la cama siendo seguido por el menor.
SeokMin por fin entendió a lo que MingHao se refería, su culo y espalda baja dolían como el infierno, su pecho y abdomen tenía marcas muy rojizas, unas que otras ardían, el omega se sonrojó, su cintura tenía moretones en cada lado al igual que sus muñecas y no quería ni imaginarse cómo estaba su cuello. Bueno, no podía quejarse, después de la segunda ronda perdió la cuenta de las veces que lo hicieron. Joder, agradecía a la caja de condones que SehYoon había puesto en el mueble de al lado de la cama como broma a su hijo hace unos días.
"Lo siento...". Miró a su delta quien estaba sentado en el borde de la cama le daba la espalda.
"Mmm... Bueno... Creo ambos estamos a mano...". Dijo avergonzado por las marcas en su espalda, gateó hasta él y lo abrazó por detrás, dejando un beso en su hombro. "¿Te arrepientes?". Preguntó temeroso.
"Jamás...". Respondió sin dudarlo.
"Yo tampoco, así que deja de disculparte y mejor dame un beso". Se alejó un poco para que el delta pudiera voltear a verlo.
Cuando volteó, el pecho de MingHao se infló con orgullo, definitivamente tenía al omega más hermoso y perfecto del mundo. SeokMin tenía sus labios levemente abultados esperando el beso de su mayor, el cual no tardó en llegar, sonrió sobre los labios del delta, correspondiendo en seguida.
"Sinceramente...". Se separó un poco del más alto. "Me gustó cómo lo... Lo hicimos... ¿Se repetirá?".
Maldición. Pensó SeokMin, realmente amaba esa estúpida sonrisa con chulería del mayor.
En verdad, tenía planeado dejarlo en el capítulo 19, pero como soy buena no lo hice.
En fin, nos vemos en el mes que viene.
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𝐝𝐞𝐥𝐭𝐚 𝐞𝐬𝐭ú𝐩𝐢𝐝𝐨 - 𝐬𝐞𝐨𝐤𝐡𝐚𝐨
Fanfiction🄰🄳🄰🄿🅃🄰🄲🄸🄾🄽 SeokMin era el omega mas codiciado y deseado por la mayoría de los alfas de la preparatoria, los tiempos habían cambiado y aunque aun la mayoría de los omegas seguían siendo huecos y estúpidamente sumisos, algunos pocos como Seo...