VII.- La Vida de un Mafioso

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Marcos llevó a los lobos a la habitación de Stiles donde los dejó encerrados pero les quito las cadenas y los collares.

- No vayan a salir o todo el sacrificio que está haciendo Lukyan se va a ir a la basura. Él quiere salvarlos así que hagan todo lo que les diga no traten de hacerse los héroes porque en este lugar no existen y solo terminarán haciéndole daño a él. Todo lo malo que hagan él va a pagarlo – les dijo Marcos mientras salía de la habitación mientras negaba con la cabeza y rezando porque esos lobos no le causen problemas al rubio, ya tenía mucha mierda encima para que esos la empeoraran además de que ahora debía de cambiar todos sus planes, no había contado con ellos vendría por Stiles.

Una vez solos, los lobos se tomaron el tiempo de ver la habitación del rubio. Comenzaron a ver los cajones de los pocos muebles que había, era una habitación bastante sencilla no tenía nada extraordinario ni siquiera tenía poster o cosas así en las paredes. Sabían que Stiles ya no era el chico que había salido del pueblo para convertirse en un gran agente. Esa habitación solo lo demostraba, no tenía nada, vacía y sin una muestra de la personalidad de la persona que vivía ahí; lo único que resaltaba en ese lugar era un saco de boxeo colgado al fondo de la habitación junto son algunas pesas y otras cosas para hacer ejercicio.

- ¿Encontraron algo? – preguntó Jackson mientras hacia un lado la ropa del castaño encontrando algunas armas escondidas – Aquí solo hay armas

- Nada, todo parece vacío. No oculta nada – dijo Peter frunciendo el ceño

- No creo que tenga algo que con lo que puedan descubrirlo, él es la persona más inteligente que conocemos así que no podrá cosas en su habitación a la cual cualquiera podría entrar y verlo – dijo Derek mientras se sentaba en la cama

- Encontré vendas cubiertas de sangre aquí – dijo Scott desde el baño de la habitación

- Dejen de espiar mis cosas – dijo Stiles entrando a la habitación, se veía cansado – No oculto nada, todas las cosas son las que uso en mi trabajo, ser un mafioso no es algo sencillo y no siempre se sale ileso de hecho la mayoría del tiempo termino herido

- ¿Por qué lo haces?

- Es mi trabajo – dijo Stiles mientras se quitaba la playera, los cuatros lobos se asombraron la ver todas las marcas moradas que se veían bastante dolorosas además de que tenía marcas en la cintura y en el cuello de manos

- ¿Qué sucedió? – preguntó Derek acercándose al rubio

Stiles solo lo miró de manera fría y se alejó un paso.

- Cosas del trabajo, nada de lo que deben de preocuparse – les dijo mientras se colocaba otra playera más holgada y se cambiaba los pantalones por unos de pijama de manera rápida aunque los lobos alcanzaron al ver las marcas en sus piernas – Dormirán en el suelo, si alguien los encuentra cómodos no será bueno para ninguno de nosotros

- Por favor hablemos – le dijo Scott con desesperación

- No hoy Scott, estoy demasiado cansado – dijo Stiles mientras les daba mantas y cojines para después recostarse sobre la cama dando por terminada la conversación

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A la mañana siguiente los lobos despertaron cuando Stiles salió del baño vestido con unos pantalones negros ajustados a su cuerpo junto con una playera de manga larga del mismo color y unas botas militares negras.

- ¿A dónde vas? – le preguntó Derek sentándose

- Trabajo, alguien les dejará comida desde el pequeño espacio en la puerta, nadie tienen permitido entrar y ustedes no pueden salir estará todo cerrado – les dijo Stiles mientras salía de la habitación

Así fueron los días que siguieron, los lobos realmente no sabían cuanto tiempo habían estado en esa habitación. Cada mañana Stiles se levantaba antes que ellos y se iba en la mañana y llegaba hasta la noche y algunas veces cubierto de heridas y no deja que ninguno de ellos lo toque, él se venda y desinfecta las heridas solo.

Marcos iba de vez en cuando y era el único que tenía permitido entrar en la habitación del rubio y no le decía nada e incluso los ayudaba a ellos llevándoles ropa limpia y otras cosas pero a penas y les hablaba y cuando le decía algo al rubio era en ruso así que no entendían ni un poco lo que decía.

Derek sufría por no poder tener a Stiles entre sus brazos y consolarlo porque a pesar de que apenas les dirigiera la palabra podía ver perfectamente que estaba sufriendo y odiaba verlo de esa manera solo quería sacarlo de ese lugar.

Llegó un día donde Derek y Scott no pudieron soportarlo más. Stiles entró a la habitación cojeando, su ropa estaba mal puesta y tenía demasiadas heridas por todo su cuerpo, se veía realmente mal.

Derek lo tomó entre sus brazos mientras los otros lo ayudaban a buscar las vendas y otras cosas, Jackson sostuvo con cuidado al rubio para que no se lastimará más de lo que ya estaba.

- Suéltenme – les dijo Stiles entre dientes

- ¡No! Hemos soportado días viéndote mal pero ahora no puedes escapar, las cosas como son. No puedes ocultarnos cosas, somos tu manada y nos preocupas, estamos para ti – le dijo Scott mostrándole sus ojos brillantes al igual que Derek

Stiles suspiró dejando que curaran sus heridas, los lobos podía oler perfecto que Stiles se acostaba con alguien pero también que no era porque le gusta sino que por obligación y lo podían decir por el olor a asco. En cuanto terminaron se sentaron en la gran cama frente al rubio viéndolo de manera seria.

- Tienes que decirnos todo, los chicos deben de estar como locos buscándonos – dijo Jackson de manera seria mientras cruzaba sus brazos sobre su pecho

- Ellos no los están buscando porque yo se los dije y les di indicaciones – les dijo Stiles mientras respiraba tratando de ignorar el dolor en su cuerpo

- ¿Qué es lo que realmente estás haciendo aquí? Te conocemos y debe de haber una razón detrás de toda esta farsa – le preguntó Peter con preocupación mientras acariciaba su cabello con cariño

Stiles suspiró tembloroso, se estaba quebrando y no quería eso así que frunció el ceño y recordó todas las cosas que le había sucedido y lo que había aprendido en la academia.

- Creo que ya no puedo ocultarles las cosas 

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