Capítulo 6: Sorpresas y decepciones

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EMMA POV

     —Llegas tarde—musité mientras bebía un sorbo de mi chocolate caliente.

      Lo repasé con la mirada, se veía sorprendido ante mis palabras. Dirigió una mirada rápida a su reloj y sonrió de lado, mientras alzaba la ceja derecha levemente.

      —No sabía que tenía que estar aquí a falta de veinte segundos para las once—dio un par de pasos al frente para quedar a apenas a un metro de mí.

     Dejé de apoyar mi pierna derecha en la pared de la cafetería y me incorporé, para luego mirar mi reloj y negar con la cabeza.

      —En realidad no son veinte, son diez—la sonrisa de Gonzalo se ensanchó. Abrí un poco de más los ojos y los clavé directamente en los suyos—¿Y bien? ¿Trajiste el dinero para mi nuevo móvil?

      Esta conversación, si no fuese porque sé de qué va, pensaría que entre Gonzalo y yo hay algún tipo de trapicheo. Pero en realidad lo único que yo quiero es mi nuevo móvil y él seguramente quiera perderme de vista cuanto antes para poder volver cada uno de nosotros con sus afables vidas. O tal vez no.

       —Se te ve impaciente—se metió las manos en los bolsillos de sus jeans.

       —Es que no tengo teléfono fijo en casa, mi móvil es la única forma de comunicarse conmigo, a lo mejor los chicos ya están preocupados—suspiré mientras la imagen de Dylan rondaba por mi mente.

     ¿Estará nervioso por mi ausencia? Sólo espero que en este día no haya pasado nada importante que yo deba saber. En estos momentos, me estoy arrepintiendo de no haber ido a casa de Lynn o de mis primas para decirles lo que me pasó. Aunque tampoco creo que nadie ponga el grito en el cielo si no estoy disponible unas cuantas horas.

      —Pudiste ir a su casa a avisarlos y no fuiste.

     Gracias Gonzalo, gracias por hacer más que evidente mi ineptitud.

      —Podría, pero contando que confiaba en ti y en que me comprarías otro móvil nuevo preferí esperar—miré del suelo al frente de manera ausente tratando de parecer despreocupada.

      Él asintió y comenzó a caminar calle arriba. Me puse a su lado enseguida y ambos caminamos en silencio varios minutos. Él parecía saber muy bien a dónde íbamos y yo simplemente me dejé guiar. Esta travesías estaba empezando a ser un tanto incómoda y, la verdad, no sé de qué podría hablar con él para que la tensión no sea tan palpable. Me sentía cohibida incluso cuando bebía mi amado y sabroso chocolate, que, ahora mismo ya no estaba tan caliente.

     —¿Qué móvil tenías? —dijo de pronto mientras volteaba a verme.

     Abrí un poco los ojos y despegué los labios del vaso de plástico. Ciertamente seguro que me veía  ridícula en esa posición.

     Carraspeé tranquilamente.

     —El Galaxy s4.

     —¡Pues vamos a la caza del Samsung!—su voz de hizo mucho más elevada de lo normal y una sonrisa enorme surcó su rostro mientras agitaba los brazos con energía.

     Fruncí el ceño. Este chico de verdad es extraño. No sé si eso me agrada o no, creo que nunca había conocido a nadie tan peculiar, ni siquiera Lynn lo es, hasta la mismísima Julissa se queda corta al lado de Gonzalo.

      —¡Vamos!—grité yo también mientras alzaba mi mano libre.

     Sí, lo sé, este no es un espectáculo normal para exhibir por la calle, también sé que tal vez secundar a Gonzalo puede hacerle pensar que soy una inmadura y que la gente creerá que estamos locos, los niños cogerán traumas y no querrán crecer y los animales perderán la fe en la humanidad. Pero realmente me importa muy poco.

Lynn, te necesito (#HM2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora