Capítulo 7: Patas arriba.

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LYNN POV

Seguí mirándolo de arriba abajo mientras él me sonreía. Todo el mundo a nuestro alrededor estaba en silencio, mis padres se miraban entre sí y luego a mí, Jean aún seguía abrazado a mi cintura, pero su atención no estaba sobre eso, sino más bien en la expresión de mi rostro. Aaron, mantenía a Naila aferrada contra su pecho, pero tampoco despegaba sus ojos de los míos. Y Dylan, ni siquiera estaba aquí, no sé en qué momento se fue ni por qué lo hizo, pero ahora mismo, lo que tengo enfrente es mucho más importante para mí.

-¿No vas a darme un abrazo hermanita? -Aiden alzó una ceja y abrió los brazos, esperando que yo fuese hasta ellos, pero eso no sucedió.

No entiendo nada. Aiden no era así, y por las reacciones de los demás me atrevería a decir a que ellos tampoco están acostumbrados a la nueva persona que tenemos delante. Por algún motivo me siento cohibida, es cómo si estuviese delante de un desconocido, tiene un aura diferente, una sonrisa y unos gestos distintos, no es sólo su apariencia física lo que lo hace evidente que Aiden ha cambiado.

-¿Qué está pasando aquí?-pregunté mientras avanzaba un paso hacia Aiden, dejando a Jean un poco por detrás de mí.

El rubio sonrió de lado.

Mi madre negó con la cabeza y miró a mi padre de soslayo. Ninguno de los dos parecía cómodo con la situación y no es para menos. Hace meses que no veo a mi hermano y me encuentro con esto. No puedo creerme que me lo hayan ocultado, yo tengo derecho a saber lo que pasa en esta familia tanto cómo ellos. No pueden aparecer un día y que yo sea la última en saber las cosas, no pueden dejar que me muestre tan o más sorprendida que la gente a la que no le incumben nuestros problemas. Así no se hacen las cosas.

-Lynn, cariño, ahora hablamos de eso. Vamos a un lugar más privado-mi madre se acercó a mí a paso ligero y me agarró por la cintura.

-E-está bien...

Mamá comenzó a empujarme sutilmente hacia la casa y me topé de frente con el rostro de Naila. Su cara era todo un poema, se notaba tan sorprendida cómo yo. La verdad es que aún no me creo hemos pasado de un reencuentro muy esperado a un estado de desconcierto general provocándo que este momento sea hasta incómodo en cierto modo.

-Aiden, vente con nosotros -indicó mi padre pasándo por delante de él.

Mi hermano frunció los labios ligeramente molesto y volcó los ojos.

-Si no queda más remedio...

Luke y Helena se acercaron a mi notablemente extrañados. Supongo que se han dado cuenta de que el ambiente está bastante tenso y no tienen ni idea de por qué. No me sorprende en absoluto que se sientan fuera de lugar, yo si fuese ellos no sabría dónde meterme, cuándo los padres de tus amigos están presentes y tienen problemas familiares, encontrarse ahí es de lo más incómodo que puede haber.

-Lynn, nosotros nos vamos ya, si sabes algo de Emma llámame por favor-dijo Luke rascándose la cabeza lentamente mientras me miraba a los ojos.

Emma, ese es otro problema que resolver, ¿qué demonios pasó con ella? Se suponía que tenía que estar aquí, con nosotros, con Dylan. Al que por cierto, no recuerdo haber visto más de unos segundos, algo va mal, eso seguro. Este día está resultándo de lo más raro y tenso y se supone que debería ser el más feliz de los últimos meses.

-Descuida Luke-asentí mientras le dedicaba una tenue sonrisa.

Helena se despidió con la mano y siguió a Luke que ya estaba de camino a la acera.

Pobre chica, en menudas condiciones nos ha conocido. Debe de pensar que estamos locos o algo así. Yo también lo pensaría.

Llegamos todos en silencio hasta la entrada y la voz de Jean se oyó a mis espaldas.

Lynn, te necesito (#HM2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora