Capítulo 8

28 4 0
                                    

13/Agosto/1980

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

13/Agosto/1980.

—Desde cuando nuestros vampiros nos quieren matar—Kol veía como varios vampiros intentaban llegar a ellos con estacas.—Eso ni siquiera nos mata.

—No les des ideas.

Klaus se veía tranquilo al igual que Elijah quien se acomodaba su traje, de lo contrario Kol se veía emocionado mientras Marcel veía pensativo la situación.

—¿Y si hacemos las pases?

—No, el señor tenebroso y una bruja ofrecen algo que aquí todos queremos.

—¿Qué es eso? Si puedes ser mas especifico.

—Un anillo de sol.

Klaus se puso a reír.—Por favor, saben que les ofreció aun mas, porque la mayoría de nuestros vampiros lo tienen, además no hablamos de cualquier bruja, díganme que les ofreció realmente.

—Libertad—uno de los vampiros hablo.—Recuperar nuestras vidas, aquellas que nos arrebataron cuando nos convirtieron.

—Ya veo, entonces, ¿nosotros vamos a cambio de eso?—el vampiro asintió.—Valemos muy poco hermanos—dijo Kol decepcionado.

—Acabemos con esto.

Todos comenzaron a pelear, mientras las chicas los veían con diversión.

—Por favor, pueden hacerlo mejor, es un entrenamiento caballeros.—grito Rebekah tomando a uno de los vampiros que habían lanzado y ver que estuviera bien.

Todos pararon y se acercaron al grupo de señoritas que los veían.—¿Cuánto creen que sacamos?

—Yo te doy un ocho, no estuvo mal como intentaste romperle el cuello a Klaus.

—A ustedes hermanos originales les doy un cero, ¿no pudieron hacerlo mejor? Les hace falta entrenar mas, se han vuelto muy perezosos.

Todos entraron a la casa indignados de que nunca los dejaran entrenar en paz, las chicas se preparaban para salir con sus esposos, a excepción de Klaus y Hayley que se quedarían a arreglar las cosas para los bebes.

—¿Seguros que no quieren que nos quedemos?

—No, vayan tranquilas, además se llevaran a Tom y Theo que están ansiosos de ir con los Weasley a jugar.

—Se han hecho buenos amigos de Fred y George—dijo la rubia viendo a los dos niños que llevaban sus juguetes, Tom iba con libros para colorear y unos cubos mientras que Theo llevaba muñecos para jugar.

—Gracias, Freya—dijo viendo a la rubia y abrazándola despidiéndose de ella.

Todos salieron de casa con sus hijos, Tom y Theo se despidieron de su mama con un abrazo y un beso en la mejilla.—Nos vemos después, pórtense bien y no hagan enojar a la tía Freya y la tía Mónica.

Dollhouse #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora