pantem

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había pasado una semana desde que Aldebaran y Europa por fin pudieran conversar como era debido, el torito albergaba una felicidad inimaginable y la doncella sonreía al pensar en su nuevo amigo.

una tarde mientras disfrutaban un almuerzo juntos, Europa se fijo en algo.

-Aldebaran, tu pelo es realmente largo- comento ella. 

-ah si, estos últimos años me crecio y con las peleas supongo que no me fije en ello ¿te parece que este mal?- respondió algo asustado.

-¡no, para nada! no era a lo que me refería, es solo que- hizo una pausa ante la vergüenza de decir sus pensamientos.

-¿es solo que qué Europa?- Aldebaran la miro con ternura ante el rubor de ella.

-dan ganas de peinarlo- soltó de repente.

sin miramientos el pobre toro enrojecido le dio la espalda sin levantarse del pilar derrumbado donde estaban sentados- puedes hacerlo...si es lo que quieres- le dijo muy nervioso.
Europa con mucha vergüenza paso sus dedos delicadamente por sus mechones de pelo violeta oscuro, era tan sedoso y lacio, parecía bien cuidado a pesar de todo. Compartieron un agradable momento juntos. mientras Aldebaran cerraba sus ojos y disfrutaba de las suaves caricias de ella, se sentía en el cielo mientras que Europa se relajaba trenzando su largo pelo.
  Unos ojos curiosos miraban la escena desde la lejanía y sonreían ante la felicidad de su compañero.

El Amor de TauroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora