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06- "Biblioteca."

Hoy el trío de amigos empezaban sus servicios en la biblioteca todos están felices por eso; les gustaba la literatura así que estaba bien.

—¡Muy bien, chicos gracias por ser ayudantes en la biblioteca!. ¡Las tareas las vamos a empezar a repartir; para poder darles un gafete de identificación!.— Gritó la omega presidenta del consejo estudiantil.

—¿Qué no se supone que en una biblioteca no se debe de alzar la voz?.- Pregunto en un Susurró Huening a sus dos amigos.

—Sí, pero es Lia se siente la dueña de la escuela.- Contestó Taehyun con una cara de pocos amigos mientras rodaba los ojos al cielo.

—No me sorprendería si nos pone a nosotros tres a acomodar enciclopedias en las bodegas.-Suspiro.; Taehyun tiene razón NingNing, ella nos odia. Afirmó el Omega con olor a cítricos.

La universidad era una de las más grandes de Corea; era famosa por sus grandes instalaciones, como por su nivel académico. Sus canchas eran gigantes -aún que siempre olían a marihuana- y ni hablar de su inmensa biblioteca privada, solo para alumnos para las demás personas existía la biblioteca virtual.

—Mmm... No la entiendo, es rara. Siempre me ve feo y anda soltando su olor como si a todos les agradará; y como los pendejos de los alfas la siguen como perros en celo.— Le siguió Kai.

—No se cómo pueden estar con ella, es bonita sí, su cuerpo no es feo, es la presidenta del consejo, su promedio es bueno y ni hablar d—... — Sus palabras fueron interrumpidas por la voz de un enojado Taehyun.

—¿La estás criticando o la estás adorando?. Todos tenemos en claro que es una zorra y al parecer eso no es problema para los demás, al primer chasquido de dedos se la están tirando en los laboratorios.—Dijo o más bien gruñó con recelo el Omega mientras se cruzaba de brazos y sus manos apretaban su suéter de lana color lila.

—Ya no hay qué pelear bebés, se supone que nos inscribimos a esto para estar juntos más tiempo y por qué nos gusta léer. Quiero estar con los amores de mi vida sin escuchar gritos ¿Está bien?. Preguntado y haciendo, Beomgyu se colgó de los cuellos de sus amigos; casi siempre están en esa posición.

Kai del lado izquierdo, Beomgyu en medio y Taehyun a la derecha.

Así que era fácil para Beomgyu colgarse como un niño pequeño, era el más bajo de los tres y eso lo hacía divertido.

—Está bien Beom.—Respondieron al mismo tiempo los otros dos chicos mientras reían un poco jugando entre ellos tres. Hasta que la voz chillona de Lía através de un megáfono los saco de su mundo.

—Bueno como saben yo, soy la presidenta del consejo estudiantil; obvio voy a administrar todo los programas de la escuela. Cómo aquí en la biblioteca pero para eso no voy a ser la única los demás integrantes del consejo también estarán al tanto, ¡Oh! Casi lo olvidó. Mi pareja Choi Yeonjun también estará al pendiente por si alguien necesita algo o surge un imprevisto. Ahora empezaremos a asignar sus áreas para darles su credencial.— Habló con una sonrisa de oreja a oreja.

El trío se quedó sin palabras pero sentían como Taehyun se separaba del abrazo que aún mantenían con el ceño fruncido y una mueca de decepción en el rostro.

Y como sacando de una película las puertas de la biblioteca fueron abiertas por el mismísimo Yeonjun ahora pelirubio.

— Taehyunnie...—. Susurró Beom volviendo a envolver sus brazos en el cuerpo del Omega. Mientras Kai fulminaba con la mirada al alfa recién ingresado. Cuando el aroma a tristeza empezó a inundar el lugar Beomgyu decidió que lo mejor era sacar a su amigo de ahí.

—NingNing llévate a Taehyunnie, yo me encargo de los lugares y los gafetes ¿Si?.— Soltó lentamente a el castaño del abrazo y se giró para poder hablar con el cachorro. Recibiendo un asentamiento como respuesta dejó que sus amigos abandonarán la biblioteca.

—¡Hey! Cariño te estaba buscando.— Y para el humor de Beomgyu la presencia de Soobin no era la mejor de todas; después de todo el era el mejor amigo del idiota de Choi.

—Agh, ahora no Soobin.— Pasando por alto al alfa se dirigió a la mesa donde Lia, Yeonjun y los integrantes del consejo estaban entregado credenciales.

—¿¡Ahora que hice!?.— Para que su hermoso omega lo llamará por su nombre y no por el diminutivo "Soobinnie" algo andaba muy mal.