12- "De la mano."

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El caminó a la casa de Beomgyu no fue un problema para el alfa, ya que se sabía el caminó de memoria por todas las ocasiones en la que lo iba a dejar a la hora de la salida, fue con sus amigos o incluso a cenar con las madres del Omega. El verdadero problema fue no desviarse a un baño público y follarse a él castaño en ese mismo lugar.

Para cuándo llegó a la casa del Omega
este estaba con sus ojitos casi cerrados,mientras ronroneaba como un pequeño animalito. Sabia que las madres del pequeño estaban en casa por las luces en las ventanas, aún que no entendía el por qué no abrían.

Después de un momento, la madre alfa de Beomgyu abrió la puerta con el pelo apuntado a todas direcciónes y el golpe de un aroma a duraznos lo aturdió.

—Creí que cunado decían que sus celos iban de la mano era broma, pero ya vi que no.— La mujer sonrió un poco mientras emparejaba la puerta, no consideraba a Soobin como una amenaza. Lo había tratado y sabía que era un buen chico. Pero el detalle aquí era que ni su hijo ni su esposa podrían estar en la misma casa en celo.

Tal vez antes si, no era problema. Las dos —o más bien su Omega— hacía un nido y los tres dormían todo el día, ella era la encargada de bajar a la cocina por comida y llevarlo al nido. Pero eso no podía ser Después del último celo de su cachorro. Su pareja tomo supresores por qué Beomgyu nunca se comportó asi. Buscando y llamando a un alfa para que le diera cachorros y mimos.

Así que la idea de tener a su esposa mojada y pidiendo por ella mientras su pobre bebé lloraba de dolor y de un posible trauma no era opción.

—Oh sí, lamentó si interrumpí algo. Pero Beomnnie entro celo en el parque así que se que lo mejor es traerlo con usted señora Choi. Aún que ahora no se cuál sea la mejor opción. — La mujer afirmó con la cabeza mientras pasaba una mano por su pelo. Tratando de controlar a su lobo que se retorcía por correr al otro alfa y renovar su marca. Ella estaba exitada. Así que no analizaba bien las cosas. Cualquier idea que la dejara a ella y a su Omega a solas era la mejor.

—No te preocupes Soobin, aún que tienes razón en el camino para acá ¿Cómo se a comportado? ¿No haz sentido algo raro?.

Oh sí, el culo de Beomgyu tayandose contra su miembro era sin dudas, lo más raro y exquisitamente delicioso que a sentido. Claro, que eso no se lo podía decir a su suegra.

—No, solo dice que tiene sueño y se abraza más a mí. Es todo, quiere mi olor. —"Y que me lo coma a besos." Pensó.

—Y sí... ¿Lo llevas a tú departamento? Tengo entendido que Yeonjun y tú rentan un departamento.

Eso era cierto, él y Yeon rentaban un pequeño departamento cerca de la escuela. Se dividían gastos. Sus padres no vieron problema alguno. Así que estaba bien, aún que el pelimorado no estaba seguro de llevarlo con él. Más que un hogar, era como un maldito motel para Yeonjun y Taehyun. Pasaba noches durmiendo con audifonos con tal de no escuchar los gemidos del Omega. Dios le sorprendía que aún pudiera caminar.

Y como se fueron en la tarde, no estaba seguro si su departamento estaría solo.

—No me refiero a que quiero que te sientas obligado a algo. Si te sientes más cómodo podrías dejarlo aquí y as-.

Beomgyu, quien no había dicho nada en todo el rato se movió entre los brazos del alfa. Enrollando mejor sus brazos al rededor de su cuello y sus piernas en las caderas agenas. Cuando abrió sus pequeños ojos llorosos. Estos estaban distintos. Uno era de un color azul cielo y el otro era normal, de color miel.

—No Alfa. No me dejes por favor.

¡A la mierda si esos dos parecían conejos, el también pagaba la mitad de la renta!. Su Omega lo necesitaba. Su lobo le pedía a gritos que se enterrarán bajo tierra y nunca más despegarse de Beomgyu. Lo apego más a él, dejando que de llenará de su olor todo lo que quisiera.

—No es problema señora Choi. No le haré nada malo o sin su consentimiento. Si quiere él puede hacer un nido en mi recámara. —La propuesta era tentadora para la alfa. Pero ¿Qué pensaría su esposa sobre eso?.

— Alfa por favor te necesito. Quiero que mí bonita Alfa me atienda.— Una voz chillona se escuchó desde adentro de la casa. Así que ella pensó que su esposa estaría de acuerdo.

— Está bien, creo. Oh espera. — La mujer entro y busco algo en un bolso que estaba en en sillón. Sacando una tira de condones como de diez aproximadamente. Arrancado la mitad, se acercó a la puerta con una sonrisa. Extendió los condones guardando los en la bolsa de la sudadera de Soobin.

—Si lo lastimas, te castro.— Palmeó su hombro y sin dejar de sonreír, cerró la puerta.

— Palmeó su hombro y sin dejar de sonreír, cerró la puerta

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𝐁𝖠𝐁𝖸 𝐒𝖮𝐅𝐓 ˢᵒᵒᵍʸᵘDonde viven las historias. Descúbrelo ahora